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Matarem el cuc ací

Productos de calidad con toques magistrales

El Hotel Restaurante Toledo de Onda es fruto de una tradición familiar que se remonta a 1984. Con más de 30 años de experiencia, el espacio que en la actualidad regentan los hermanos Pedro y Javier Lozar combina a la perfección la gastronomía tradicional con productos de calidad y algún toque creativo.

Productos de calidad con toques magistrales

Los que almuerzan en el hotel Toledo, en la calle Argelita de Onda, repiten. Gastronomía tradicional con productos de calidad y algún toque creativo conforman el día a día de un local con más de 30 años de experiencia en la localidad que hoy regentan los hermanos Pedro y Javier Lozar.

El restaurante Toledo es fruto de una tradición familiar que se remonta a 1984 al barrio Monteblanco, donde sus padres abrieron el primer restaurante. En 1987 se trasladaron a la avenida País Valencià, y después de 15 años, abrieron el hotel, donde además de por sus pernoctaciones son reconocidos por su cocina, un gusto por la gastronomía que se nota en el paladar a cada hora del día.

En el almuerzo las preferencias van por barrios, o más bien por aficiones u ocupaciones. Según cuenta el chef, Javier Lozar, los agricultores, los días de lluvia, se decantan por la sardina de bota, el huevo frito y el pimiento, o el «esgarraet», que también se encuentra entre sus preferencias. En cambio, los cazadores, además de la carne, prefieren las setas, los robellones, los revueltos con trufa€

Pero todos, cualquiera que sepa que el almuerzo es algo más que echarse cualquier cosa a la boca, sabe apreciar unos bocadillos que Lozar define como típicos, pero que en su mano los convierte en especiales. Son los bocadillos de sepia sucia que ellos mismos se encargan de limpiar, la brascada, la tortilla con alcachofas o habas, el lomo sofrito con ajos tiernos con queso o la tortilla de gambas al ajillo, todos ellos con una gran aceptación.

Uno de sus secretos que suman es el pan. Lo elaboran Toni Segura y José Luis Gimeno. «Es de horno tradicional, como si fuese un pan de pueblo pero en barra, que queda crujiente por fuera».

El precio del almuerzo oscila entre los seis y los siete euros, aunque si los comensales también piden «la picaeta», es decir, alguna tapa para compartir, puede subir a los 10 euros.

Lozar apuesta por la cocina tradicional, con productos de calidad, mercado y proximidad que le proporcionan agricultores del entorno. Entre ellos destaca el tomate ´raff´ de Xilxes que utiliza para sus ensaladas. Y para acabar, destaca el carajillo, con el ron quemado lentamente, «tal y como se hace aquí».

Pero el restaurante tampoco descuida la creatividad. De algo le sirvieron a Lozar sus estudios en la Escuela de Hostelería de Castelló y sus colaboraciones con cocineros de la talla de Rafa Arnau, Modesto Fabregal y Joan Roca.

Estas simbiosis entre lo tradicional y creativo se traslada a la carta y a los menús que ofrece en comidas y cenas, y uno de los platos que pone como ejemplo es el rabo de toro relleno de foie. El que lo prueba, también repite.

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