Algo más de 1600 kilómetros separan la Vall d'Uixó de Santiago de Compostela. Esa es la distancia que pretende recorrer Marc Fas, un joven de 29 años de la Vall d'Uixó que en 2014 tuvo un descubrimiento personal que se podría resumir en que vivir no es necesariamente como nos han contado. Está tan convencido de ello que su propósito es «cambiar el mundo regalando abrazos».
Su particular camino se inició ayer y en su primera etapa estuvo acompañado por su hermana, Alba Fas, aunque poca compañía y posesiones materiales llevará tras de sí a partir de hoy. La idea es ir encontrando a gente a lo largo de su recorrido. El plan es sencillo, «quiero cumplir más sueños que años» y para lograrlo se puso manos a la obra hace tres años; desde entonces no ha dado un paso atrás.
El revulsivo para volver del revés una vida como la de cualquier otra persona le llegó trabajando en un hotel de Barcelona. «Me di cuenta de que tenía otras necesidades», que intentó descubrir viajando solo. A partir de entonces, Marc Fas puso en marcha la plataforma «Dreaming pass», a través de la cual, como él mismo describe, ofrece servicios de «Life Coach, con cursos, talleres y otros recursos gratuitos para ayudar a otras personas a que inicien su viaje en busca de la felicidad».
A eso se dedicará los próximos 60 días, el tiempo aproximado que podría durar el proyecto Caminante no hay camino, aunque lo que suceda está en manos de las circunstancias y la improvisación, de las que dejará constancia en su propio canal de Youtube.
Marc Fas quiere batir un bonito récord Guinnes, el del abrazo más multitudinario que se haya dado nunca. Para ello espera a arrastrar a cuanta gente sea posible para que más de 10.500 personas participen en esa demostración pública de cariño masiva. Aunque ese podría considerarse el hecho anecdótico de su proyecto, porque lo que pretende es compartir su experiencia personal con todos y cada uno de ellos.
Marc quiere extender a su paso la abrazoterapia. Desde que decidiera revolucionar su vida, se empeñó en convertirse en «un experto en esta técnica y propagarla visitando hospitales, asociaciones, clubes deportivos y no tan deportivos, escuelas, empresas, institutos y universidades, todo por compartir felicidad e inspirar a otros soñadores».
Así que, si en los próximos días te encuentras a un joven caminando desde la Vall d'Uixó a Santiago de Compostela, pasando por Barcelona, Zaragoza, Pamplona y Roncesvalles puedes llevarte un abrazo sincero.
