Hacer las paces, a eso se dedican los 16 policías locales que integran la Unidad de Mediación de la Policía Local (Umepol) de Vila-real. De hecho, en 2016 lo intentaron en 351 ocasiones, con un porcentaje de éxito muy relevante, de los 322 casos en los que las partes implicadas aceptaron la mediación policial, el 92% se resolvieron de manera favorable para las dos partes.

Estos resultados no son fruto de la casualidad. El Ayuntamiento de Vila-real ha apostado por este proyecto con firmeza, logrando la creación de la primera Cátedra de Mediación Policial de España junto al UJI. Aunque hacer este proyecto posible también tiene que ver con contar con la predisposición de un cuerpo policial muy especializado que según explicó la inspectora responsable de la unidad, Rosana Gallardo «supone un cambio en el paradigma de la función policial», que no tiene que ser vista por el ciudadano únicamente por su función represora ante delito, sino por su función «proactiva y preventiva, porque entendemos que no hay que pensar los problemas desde la perspectiva punitivo, porque solo con eso hay conflictos que no se resuelven».

Un aspecto fundamental de la Umepol tiene que ver con que «son los ciudadanos los que piden la mediación», según destacó el concejal de Seguridad Ciudadana, Javier Serralvo. Tal es la efectividad de esta función policial, que ya se ha institucionalizado el recurso a la Umepol por parte de los tribunales. El Intendente Jefe de la Policía Local de la ciudad, José R. Nieto, explicó que la unidad ha recibido hasta 43 requerimientos judiciales para mediar en conflictos, «en 21 de ellos las partes no han querido negociar, pero en 22 casos se ha llegado a un acuerdo».

Serralvo resaltó que los jueces se están dando cuenta de la utilidad que puede tener la mediación para «aligerar la carga de trabajo en algunos casos que podrían solucionarse con un acuerdo». Pero además, el edil afirmó que, teniendo en cuenta la diferencia de intervenciones de mediación entre 2015 y 2016, más de 100 casos menos, se podría resolver que «está disminuyendo la conflictividad».

Sea como sea, lo que está llevando a la práctica la Policía Local de Vila-real es «una comunicación horizontal», a la que también se tienen que acostumbrar los agentes, que se encuentran «en una institución muy jerárquica, hay que romper eso para que nos comuniquemos mejor con los ciudadanos».

Estas metas se están consiguiendo si se tiene en cuenta que en las ocasiones en las que los policías mediadores intervienen sin éxito suponen un porcentaje tan pequeño, apenas un 8%.

Necesidad de la mediación

Los conflictos habituales en los que se requiere la mediación tienen que ver con el ámbito rural por problemas de lindas, de limpieza de fincas, vertidos o problemas con animales, así como por enfrentamientos entre vecinos, especialmente en comunidades de propietarios. De hecho, Nieto destacó que «las comunidades de vecinos están recurriendo directamente a la mediación para solucionar problemas internos», como los que se producen por ruidos, ocupaciones, insalubridad o animales de compañía, entre otros.