Segorbe tendrá, a partir del uno de marzo, una unidad de bomberos forestales permanente.

Así lo dieron a conocer ayer desde el consistorio quienes apuntaron que la misma estará ubicada en el Edificio Segóbriga, del Polígono de la Esperanza. Tal como comentaron, «el cuidado del medioambiente es uno de los principales objetivos del equipo de gobierno local y muestra de ello es el esfuerzo por atraer recursos para garantizarlo y prevenir en la medida de lo posible los incendios forestales».

Cabe destacar que el pasado año el municipio de la comarca del Alto Palancia ya contó, durante un periodo de seis meses, con lo que anteriormente se denominaba una brigada forestal de emergencias. Ante la comprobación de la necesidad de una unidad de prevención de incendios continua en la zona, desde la administración autonómica se ha decidido instalar una unidad de forma permanente.

Según informaron, «el equipo se compondrá por 13 bomberos forestales más uno de refuerzo en caso necesario, y contarán con una autobomba».

El alcalde de Segorbe, Rafael Magdalena, mostró la necesidad de invertir todos los recursos necesarios para prevenir y poder dar una respuesta rápida ante un incendio forestal debido a la ubicación en la que se encuentra la ciudad. En este sentido, Magdalena puntualizó que «Segorbe está ubicada en el valle entre dos sierras, entre dos parques naturales. Debemos garantizar tanto el cuidado de la naturaleza, como la seguridad de las miles de personas que vivimos en este entorno rural tan privilegiado, pero al mismo tiempo tan amenazado».

Carácter anual

Desde la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias señalaron al respecto que «la puesta en marcha de esta unidad de Bomberos Forestales de la Comunitat Valenciana que adquiere carácter anual es una muestra más del compromiso de la Generalitat Valenciana por reforzar e implantar nuevas políticas medioambientales para minimizar los riesgos de los incendios forestales». Con ello, matizaron que «se hace frente a los nuevos escenarios que plantea el cambio climático, con incendios que cada vez más afectan a la interfaz urbano-forestal y para los que hay que estar preparado en cualquier momento del año».