La dimisión de Juan Ángel Lafuente como director de la oficina de Planificación y Proyección Económica es la única solución posible para poner fin a la crisis de confianza de Compromís y Castelló en Moviment respecto al PSPV-PSOE. La renuncia voluntaria del cargo de confianza de la alcaldesa, Amparo Marco, «garantizaría la estabilidad de gobierno», como así subraya el portavoz de la formación nacionalista, Ignasi Garcia, quien se reafirmó en la posición de solicitar el cese, plasmada en el apoyo a la moción presentada por CSeM en el pleno del pasado jueves.

El debate interno en el bipartito debe concluir con un acuerdo consensuado de la Junta de Gobierno, órgano que ha de decidir sobre la propuesta plenaria. Compromís no quiere que la decisión se eternice en el tiempo, de manera que «cuanto antes mejor», advierte Garcia.

Sin embargo, la entente parece lejos. Primero, por la disparidad de criterios. Segundo, porque el PSPV tiene mayoría en la Junta de Gobierno con seis concejales por cuatro de Compromís. A pesar de ese desequilibrio sobre los votos, «la solución la estamos planteando los grupos y los concejales», precisa Ignasi Garcia, para reiterar que el acuerdo llegará fruto de una discusión interna que rebaje la tensión actual.

En este sentido, el portavoz del PSPV, Rafa Simó, considera «normal que haya posturas diferentes en el equipo de gobierno. Es lo que tienen las coaliciones. No es la primera vez que tenemos posiciones contrarias. Por eso estamos trabajando para buscar una solución».

Simó, en la misma línea de Compromís y CSeM, aclara que, el hecho de mantener visiones contrapuestas en relación a la moción de cese de Lafuente, «no significa que el Pacte del Grau corra peligro».

De la reunión de ayer de la Junta de Gobierno, además de las posiciones alejadas, la otra conclusión es que el socialista Antonio Lorenzo, como edil de Personal en el Ayuntamiento de Castelló, asumirá la responsabilidad de aplicar el dictamen sobre la moción una vez se haya llegado a un punto de encuentro entre ambos partidos. «Él será el brazo ejecutor, ya que tendrá que firmar el acuerdo. También se encargará de asegurar que lo decidido por la Junta de Gobierno se lleve a cabo», explica Garcia.

El bipartito no se marca plazos respecto a la resolución del caso Lafuente. Aunque Compromís insiste en la necesidad de zanjar la polémica en breve, a ser posible antes de las fiestas de la Magdalena, la prioridad del PSPV está en otra dirección.

«No hay fechas, porque el acuerdo debe ser pactado», repite el representante de Compromís, quien matiza que «determinados cargos en el ayuntamiento, como éste, deben ser consensuados».

Así, no duda en recordar que «el detonante de todo esto (en referencia a la polémica) es no haber consensuado el nombramiento».

La designación de Lafuente para ocupar el cargo de director de Planificación y Proyección Económica trascendió el 3 de febrero. La noticia cogió por sorpresa tanto a Compromís como a CSeM, cuyos líderes no tardaron en hacer público su descontento por no haber sido informados previamente del nombramiento pese a haber pactado con el PSPV-PSOE la creación del puesto de trabajo a finales de 2015. De esta forma, la plaza se incluyó en los presupuestos de 2016 con una remuneración neta de casi 70.000 euros, 29.000 más de lo que habría percibido el propio Lafuente como concejal, ya que, cuando dimitió Carmen Oliver a principios de ese mismo año, le correspondía a él entrar en el equipo de gobierno como número 8 de la lista, ofrecimiento que rechazó.

Las reacciones contrarias de los socios de gobierno se tradujeron, en el caso de Castelló en Moviment, en una moción de reprobación, que el jueves recibió el respaldo de 20 de los 27 concejales, entre ellos los munícipes de Ciudadanos y del PP. Su portavoz, Begoña Carrasco, exigió ayer «el cumplimiento del acuerdo para la destitución de Lafuente». Incluso, fue más allá y, «en vista de la pérdida de apoyos que ha tenido la alcaldesa, que tampoco ha sido capaz de manifestar públicamente si acatará la voluntad plenaria, mantenemos que Amparo Marco debería someterse a una cuestión de confianza».