Efectivos de la Guardia Civil han abierto una investigación a un cazador furtivo de 36 años que se cayó por un barranco con la cabra que había abatido tras ser descubierto por un senderista.

El hombre, de nacionalidad belga, está acusado de un delito contra la flora, fauna y animales domésticos por la caza ilegal de una cabra hispánica en Sorita.

La persona investigada fue sorprendida por un senderista mientras arrastraba el cadáver de un espécimen de cabra, se puso nervioso al ser sorprendido y se cayó por un barranco junto con el cadáver del animal.

El hombre tuvo que ser rescatado por un equipo de bomberos y trasladado en helicóptero hasta el Hospital General de Castelló.

Tras el recate, agentes pertenecientes al Servicio de Protección a la naturaleza (Seprona) iniciaron una investigación para esclarecer los hechos y hallaron en la mochila del accidentado objetos de alta especialización para el deporte cinegético de la caza, tales como prismáticos profesionales, linterna de largo alcance con filtro de luz verde y acople magnético para arma larga, emisora de comunicaciones, precintos servicios cinegéticos y un sensor térmico para localizar las piezas de caza.