1900. Serratella, la Plana Alta, casi 700 habitantes. 2017, «con la actualización del censo es posible que bajemos de 100». Así lo describe el alcalde, Alfonso Arín. Y de los 100 vecinos más de un 60% están por encima de los sesenta años. En el pueblo hay tan solo tres niños en edad escolar. Asisten a clase en Albocàsser. Un transporte especial les recoge a diario. Serratella es uno de los 12 pueblos de Castelló de menos de 100 habitantes que perdió población en 2016 y que su supervivencia corre peligro.

La mayoría de municipios de Castelló tienen menos de 1.000 habitantes y su despoblación ha sido imparable en los últimos años. Sin apenas actividad económica, estos pueblos apenas atraen a gente joven mientras la media crece sin que se produzca un reemplazo. Según el último padrón de 2016 publicado por el Instituto Nacional de Estadística, el 87 % de las localidades de Castelló alberga a menos de 1.000 habitantes y el 65% a menos de 500. Castelló bajó en 3.000 habitantes en 2016. Este descenso se dio en 106 de las 135 localidades de la provincia, pero la situación se agrava en los 16 municipios de menos 100 habitantes, sobre todo en los doce que redujeron su padrón. Se tratan de Argelita (97 habitantes), Espadilla (83), Fuente de la Reina (46), Higueras (76), Palanques (35), Pavía (69), Sacañet (67), Torralba del Pinar (66), Torrechiva (75), Villamalur (68) y Villanueva de Viver (60 ). Por su parte, Herbés cerró 2016 con los mismos habitantes que en 2015 aunque solamente cuenta con 49, mientras Vallat aumento de 52 a 54.

Serratella sale de un invierno especialmente duro. Son muchos los que sobrepasan los 80 y 90 años. Y, ley de vida, este invierno han muerto siete de los 99 vecinos empadronados en 2016, todos ellos ancianos. «Ha sido especialmente duro, relata el alcalde. Desde finales de septiembre hasta mediados de enero enterramos a siete vecinos», subraya. Casi un 10% de la población en unos meses.

La localidad de la Plana Alta es uno de los municipios que vive una situación desesperada, al igual que los 12 pueblos que se sitúan por debajo de los 100 habitantes que disminuyeron su población el pasado ejercicio. De hecho Serratella bajó en 2016 por primera vez de los 100 habitantes, al igual que Argelita. Luego, 65 de los 135 se encuentran por debajo del umbral de los 500 habitantes, y la mayoría de los mismos registraron un descenso demográfico.

El turismo y nueva economía vinculada a energías renovables o tecnologías se presentan como alternativas para reflotar esta zona. En el entorno de les Coves de Vinromà la empresa de aspas eólicas trabaja en la construcción de proyectos del mar del Norte. En esta zona también se ha proyectado un parque tecnológico.

La Generalitat Valenciana propone, por un lado, mancomunar polígonos entre diversos municipios y plantea construir nuevas dotaciones de dependientes en el interior de Castelló.

La Diputación invertirá este año 720.00 euros en el programa que ha bautizado como Repoblem, con el que quiere frenar la despoblación en el interior de Castelló. con diferentes acciones sociales, entre otras, con ayudas por el nacimiento de niños o con la puesta en marcha de «escoles matineres».

La Serratella no tuvo nacimientos en los últimos 4 años

Los únicos autónomos que hay en la Serratella son agricultores o ganaderos. Ya no quedan empresas. El único constructor que había lo dejó por la crisis y se hizo cargo del bar del pueblo. El bar es del ayuntamiento y el consistorio le cobra a la familia que lo gestiona 50 testimoniales euros. El bar es el único centro de reunión. Además de bar es la panadería, la tienda de ultramarinos y el sitio de los recados. El pan llega desde Albocàsser, dos días a la semana los encargados del bar llevan verdura hasta el pueblo. Ellos son casi el último hilo.

El médico «sube», porque Serratella está en lo alto de la montaña, una vez a la semana por espacio de unas horas. La farmacia abre una vez a la semana. Mientras tanto, los mayores, que son mayoría, tienen necesidades. La mayoría sin carné de conducir y sin capacidad para coger un coche. Dos días a la semana, bajo demanda, llega un autobús. Son los miércoles y viernes, pero todo esta condicionado a estas horas. El ayuntamiento paga el servicio para evitar que los vecinos lo tengan que pagar de su bolsillo. Ante los costes generales el consistorio no descarta adquirir un vehículo que haga las veces de taxi para los que lo necesitan. «O facilitamos al máximo las condiciones de vida a los que todavía residen aquí o todavía perderemos población más deprisa», afirma el alcalde.

Hace cuatro años que no nace nadie en Serratella. Y no hay nada que haga presagiar un punto de inflexión en el envejecimiento y descenso de la población. Junto a la iglesia se construyó un hotel con encanto: l'Abadia del Maestrat. Durante un tiempo lo gestionó una empresa. Ahora está cerrado. El ayuntamiento lo ha ofertado sin que nadie quiera hacerse cargo de él. E consistorio ha decidido gestionarlo para que, al menos, pueda abrir sus puertas.