Las castellonenses María Soriano (Segorbe) y Rocío López (Castelló de la Plana) están participando en un Programa Internacional de Asesoramiento (IMP) con el objetivo de atenuar la fuga de cerebros. A través de la fundación International Mentoring Foundation for the Advancement of Higher Education (IMFAHE), de la que ambas forman parte, han llevado a cabo un informe sobre cómo recuperar a nivel intelectual el talento emigrado, estudio del que se ha hecho eco Nature , una de las más prestigiosas revistas científicas a nivel mundial.

Ellas mismas saben lo que es marcharse a otro país por la falta de inversión en I+D+I que hay España y que propicia unas condiciones precarias para los científicos. Actualmente, María Soriano reside en Londres y Rocío López en Boston.

Según explica Soriano -licenciada en Bioquímica y doctora en Biología Molecular y Genética por la Universidad de Valencia- el articulo «describe cómo la fundación IMFAHE, a través de su programa internacional de asesoramiento, esta impactando a varios niveles de la sociedad española, primer país donde se ha implementado el programa. El primer nivel de impacto, es recuperar a nivel intelectual el talento emigrado. «Es decir, es una herramienta útil para atenuar la fuga de cerebros», asegura. IMAHE promueve el retorno intelectual creando una plataforma única donde los profesionales españoles en el extranjero se convierten en mentores de estudiantes de universidades españolas.

Los mentores son españoles emigrados del ámbito de la biomedicina, ingeniería, económicas y humanidades afiliados a las universidades, centros de investigación y empresas mas importantes del mundo (Harvard University, Princeton, Yale, MIT, Karolinska Institutet, Amadeus, Google, Santander Bank). De esta forma reconectan con el país, informan y forman a los jóvenes universitarios cómo alcanzar sus metas profesionales y favorecen la transferencia de conocimiento.

Además, Soriano añade que hay un «segundo nivel de impacto» y es que el programa prepara a los jóvenes universitarios a enfrentarse con más recursos al mercado laboral actual, aumentando su empleabilidad. «Los estudiantes participantes en el programa (llamados mentees) se encuentran estudiando el último año de un grado, master o doctorado en alguna de las universidades participantes», apunta la doctora en Biología Molecular. Asimismo, añade que «la mayoría de ellos se encuentran en un momento crítico de su carrera en el que tienen que tomar decisiones que van a afectar a su vida profesional».

A cada mentee se le asigna el mentor que mejor encaja con su perfil académico y con sus inquietudes profesionales y ambos tienen reuniones a través de videoconferencias. El mentor y su estudiante crean un plan académico y profesional a corto, medio y largo plazo y juntos trabajan para alcanzar los objetivos propuestos que pueden ir desde aprender a escribir una carta de motivación a preparar una entrevista de trabajo.

Los estudiantes participantes en el programa, además de trabajar en sus objetivos profesionales, tienen la oportunidad de practicar su inglés en un contexto formal y real, tienen acceso a una red nacional (de estudiantes) e internacional (de mentores) a través del Campus Virtual-IMP, están informados sobre las últimas tendencias en salidas profesionales dentro de su área gracias a los seminarios online creados por el Programa y tienen la oportunidad de optar a becas de movilidad-IMP para realizar prácticas profesionales en centros de excelencia internacional.