El Villarreal C hizo ayer lo que nadie había logrado hasta el momento: ganar al líder e invicto Olímpic de Xàtiva en un partido movido que tuvo una espectacular tángana en el minuto 78 a raíz del 2-0. El filial de Carlos Pérez Salvachúa superó en juego al mejor equipo de Tercera de toda España gracias a los goles anotados por Darío Poveda (dos) y de Pedro Martínez en la recta final. Los amarillos acabaron con diez futbolistas y el conjunto setabense con nueve.

En un partido muy intenso, el equipo de la Plana Baixa se marchó al descanso dominando en el marcador (1-0) y también en cuanto a ocasiones claras de gol. Y es que el equipo de Carlos Pérez Salvachúa pudo haber sentenciado el duelo en la primera parte porque aparte del gol, falló dos claros manos a manos. El primero de ellos en el minuto 26 no acabó en gol porque Andrei Ratiu estuvo muy lento, se escoró demasiado y luego Banegas le sacó el balón desde la misma línea de gol. Y el segundo de ellos en el 28 cuando el onubense Simón Moreno se plantó sólo ante el veterano portero Paco y éste con la yema de los dedos empujó el balón a saque de esquina.

Una lástima porque el primer tiempo fue una maravilla. Dos buenos equipos frente a frente. El equipo setabense, aún jugando con diez desde el minuto 12 por la expulsión del central Fran en el penalti que derivó en el 1-0, dio muestras de un equipo muy serio y equilibrado, a la vez que peligroso. Con un hombre menos tuvo dos buenas llegadas a la portería de Diego Fuoli, ambas no fueron bien definidas por Manu Fuester, en los minutos 31 y 42. Así es que con el 1-0 en el marcador se llegó al final de un primer tiempo muy bueno y donde el líder invicto se marchó por derrota parcial (1-0), pero aquello no daba síntomas de estar decidido.

En el aire

Arrancó el segundo tiempo sin cambios y con un Olimpic envalentonado y que daba la sensación de estar jugando con doce y no con los diez reales. El Villarreal C, por momentos, parecía nervioso y con el balón que les quemaba en los pies. A la mínima presión del equipo setabense perdía el cuero y daba la sensación de que el 1-1 estaba asomando por la vuelta de la esquina.

El líder no quería regresar de vacío a Xàtiva. Pero los problemas se le acumularon porque su capitán San Julián vio la segunda amarilla en el minuto 64 y dejó a su equipo con nueve. Los valencianos no estaban muertos, pero en un error descomunal del portero Paco que se confió en exceso y Pedro le robó la cartera. Puso el 2-0 y se armó la 'mari morena'. Una tángana que derivó en invasión de campo, empujones y la expulsión de Maxi Rosales con roja. En el 90, Darío hizo el 3-0 definitivo.