Esta semana ha aparecido un águila perdicera abatida que criaba en los alrededores del embalse de Arenós. Desde el grupo Compromís indicaron que este episodio, junto con el reciente hallazgo de cabras abatidas en el término municipal de Zucaina, han reabierto la indignación entre los vecinos del Alto Mijares, por la posible aparición de furtivos descontrolados, los cuales no tienen problema en realizar sus cacerías, sin respetar a las diferentes especies que habitan la comarca.

La caza ilegal es una de las principales amenazas del águila perdicera, y, aunque se supone que se trata de casos aislados, desde Compromís añadieron a través del mismo comunicado que se solicitará a la Conselleria que refuerce la vigilancia para evitar más ataques. Además de este factor, a la regresión de esta ave contribuyen otras causas, como los accidentes producidos con tendidos eléctricos, las modificaciones de sus hábitat de reproducción, las molestias durante su periodo reproductor y los cambios de alimentación.