Alrededor de 1.780 alumnos de los centros escolares de Primaria y Secundaria del Alto Palancia, Alto Mijares y parte de la Baronia se dieron cita ayer en la localidad de Altura en la celebración de las «Trobades per la llengua en valencià, 2017».

Todo un éxito de participación que superó las ediciones anteriores, donde escolares y profesorado convivieron durante una jornada en la que se fomentó y trabajó para familiarizar a los mismos con la lengua valenciana y realizar una jornada de convivencia entre los alumnos de los distintos centros. Se trata de un encuentro de alumnos que comenzó a realizarse en la comarca hace tres años en Jérica, gracias al impulso de distintos profesores y padres, con el fin de apostar para que los alumnos valoren la riqueza que supone hablar también valenciano, estudiarlo y fomentar así una de las lenguas oficiales de la Comunitat, entre los alumnos de estas dos comarcas castellano parlantes.

A través de más de una quincena de talleres de distintos tipos organizados por los centros participantes, así como actividades deportivas y musicales, los escolares disfrutaron además de juegos tradicionales y cooperativos, bailes y la actuación de Pau Alabajos en una mañana donde la lengua valenciana estuvo más presente que nunca en la comarca.

La plaza de la Cueva Santa fue el punto de reunión de los jóvenes y niños que, como manda la tradición fueron posteriormente en pasacalle hasta el parque municipal de la glorieta de Altura, donde se celebraron las distintas actividades programadas.

Desde la organización mostraron su satisfacción por la acogida de estas «trobadas», organizadas por todos los centros, en colaboración con la Escola Valenciana.

Sin enfrentamiento de lenguas

Tal como explicó Emili Gascó, representante de l'Escola Valenciana «las lenguas no tiene por qué estar enfrentadas. Hemos de pensar en ellas como un nexo de unión para posibilitar que el alumnado domine con tranquilidad dos lenguas oficiales en un mismo lugar, abrir las puertas al plorilinguismo y al futuro para crecer personal y profesionalmente». Para Gascó, con lo vivido en Altura y el interés de la comunidad educativa del Alto Palancia por enseñar el valenciano se pone de relevo la realidad social de tantos pueblos que no tienen opción a estudiar en valenciano.