Las tascas de Castelló han retirado los toldos contra el ruido de Isaac Peral tras cerrar los dos locales de esta calle. Ahora, esta zona gastronómica se limita a Barracas, que conserva la carpa fonoabsorbente.

Esta instalación es una de las medidas que contempla la declaración de Zona Acústicamente Saturada (ZAS) de las tascas de Castelló, una regularización que está en vigor desde 2010. Los propietarios de los bares asumieron el coste de los toldos. Cada local abonó cerca de 1.800 euros, por lo que los dos que existían en Isaac Peral invirtieron cerca de 4.000 euros en su montaje.

Su objetivo era reducir el ruido para retirar la ZAS de la zona, ya que esta ordenación limita el horario de cierre e impide la apertura de nuevos locales en Barracas e Isaac Peral. Pero los establecimientos han echado el cierre antes de ver el fin de la ZAS.

En abril del año pasado bajó primero la persiana La Cueva en ejecución de una sentencia, y a primeros de mayo anunció su cierre el histórico El Mejillón tras 45 años de trayectoria. Su propietario achacó la clausura a la presión judicial instada por Castelló Sense Soroll y al descenso de sus ventas en un 70 %.

Sin La Cueva y El Mejillón, las tascas perviven únicamente en el vial de Barracas. Por ello, se ha optado por apartar el toldo de Isaac Peral al considerarse innecesario por no poder abrirse nuevos bares mientras esté vigente la ZAS. Además, el dueño del inmueble que acogía El Mejillón descarta alquilarlo a otro negocio de hostelería. Cabe tener en cuenta que se trata del presidente de Castelló Sense Soroll, colectivo que ha impulsado los recursos judiciales contra la singularidad de las tascas. El responsable de El Mejillón también culpa del proceso judicial al promotor del aparcamiento de la calle Isaac Peral, una dotación que se desarrolló en 2004.

Las tascas prevén entregar una recogida de firmas en septiembre en las Corts Valencianes para que modifique las leyes de contaminación acústica y de drogodependencia al caracterizarse, en cuanto a horario de bares, más restrictivas que las estatales. La norma valenciana del ruido inicia el horario nocturno una hora antes que la estatal (a las 23 frente a las 22). La cuestión es que el nivel de decibelios es inferior por la noche que por el día. Las condiciones actuales dificultan el cumplimiento de las mediciones de la zona de las tascas. El Ayuntamiento de Castelló ha lanzado una nueva ordenanza municipal del ruido que adapta los niveles de decibelio al mandato estatal.

Por su parte, la ley de drogodependencia autonómica prohíbe la venta de alcohol -excepto en el interior de bares- a partir de las 22 horas. Una reciente sentencia ha vetado a las tascas la venta de bebidas al exterior a las 22 de acuerdo con la normativa de drogodependencia.

Tascas y Sense Soroll aguardan la resolución del Tribunal Supremo respecto a un recurso del colectivo ciudadano que cuestiona que se pueda ingerir en las calles de las tascas. El TSJ dio primero la razón a los vecinos y el consistorio alegó al Alto Tribunal.