Cerca de 6.000 parcelas de Castelló han pasado de pagar el IBI urbano a rústico por no estar edificadas. Este cambio se produce por una revisión catastral consecuencia de una sentencia del Tribunal Supremo de 2014 que cuestionó el cobro del Impuesto de Bienes Inmuebles en aquellos solares que se encuentran sin construir. El Gobierno central modificó en junio de 2015 las leyes hipotecaria y del catastro para cumplir esta resolución y el Ayuntamiento de Castelló, tras remitir la información pertinente a la dirección general del catastro, aplica este año el IBI rústico en vez de urbano en 6.000 unidades.

El Catastro ha modificado 6.500 unidades en la capital de la Plana. En algunos casos contempla un aumento del precio catastral al detectarse nuevas edificaciones, pero la mayor parte, según fuentes municipales, corresponden a solares que han variado su condición catastral de urbanizable a rústico por carecer de construcciones y no proyectarse un desarrollo inminente. Según datos del Catastro, Castelló suma 87.708 solares residenciales, de los que 5.482 se encuentran vacantes, es decir, están en suelo urbanizable y adolecen de planes de urbanización.

Esta alteración rebaja la calificación de la extensión afectada, pero a su vez reduce de manera considerable el recibo. La diferencia de urbano a rústico puede variar la tarifa anual de los 1.000 a los 100 euros, según expertos urbanistas.

Se trata de una vieja reivindicación de propietarios de parcelas que con la llegada de la crisis económica vieron paralizadas sus urbanizaciones. La sentencia del Tribunal Supremo proviene de un recurso presentado por vecinos de Badajoz. Este fallo generó jurisprudencia y el Ejecutivo central optó por adaptar la legislación para evitar una guerra judicial entre ayuntamientos y residentes.

Fuentes municipales reiteraron que no se trata de una reclasificación ejecutada por el ayuntamiento sino de un cambio en la ponencia de valores instada por la orden del Supremo. Las arcas locales han dejado de ingresar este año 1,1 millones por este motivo.

El equipo de gobierno ha optado por retirar en el futuro Plan General cinco millones de metros cuadrados de suelo urbanizable. Sostiene que realiza esta rebaja en cumplimiento de la estrategia territorial de la Generalitat y porque considera inviables los parámetros expuestos en el antiguo PGOU del año 2000, que dejó sin ejecutar 6,8 millones de metros cuadrados de urbanizable a pesar de coincidir en pleno boom urbanístico. La idea del ejecutivo local es aprobar un PGOU para 10-20 años vista y centrarse en coser las parcelas que se encuentran dentro de la ciudad.

Descarta volver a los mega planes urbanísticos en el extrarradio de la época de bonanza económica. El principal exponente en la capital de la Plana de la etapa de vino y rosas fue el PAI Mestrets. Contemplaba la construcción de 6.000 nuevas viviendas, una cifra que suponía la mitad de los pisos que se habían levantado en doce años. La justicia lo paralizó por recursos judiciales de vecinos de la zona, que se oponían al derribo de sus alquerías y a asumir las costas de urbanización de las dotaciones públicas que se proyecta