La Confederación de Empresarios de Castelló afronta unas semanas claves para dilucidar su futuro tras presentar ayer el plan de viabilidad con el que aspira a superar el concurso de acreedores. Debe superar una deuda de dos millones de euros y asegurar unos mínimos ingresos que garanticen su continuidad. Para ello, el convenio de acreedores propone el pago de la deuda en un plazo mínimo de diez años y una quita de la mitad del 73 % de los dos millones (acreedores ordinarios y subordinados).

Levante de Castelló, divide los pagos en cuatro fases; de manera inmediata se pagaría el salario de los últimos 30 días pendientes de los 16 extrabajadores de la CEC, y seguidamente las indemnizaciones por despidos de los empleados y las obligaciones con Hacienda y la Seguridad Social. Estos créditos tienen una categoría de privilegio y comprenden 551.962 euros.

En tercer lugar se sitúan los acreedores ordinarios, que contemplan 864.168 euros. En este caso, además de la quita del 50 %, la CEC propone una carencia en el pago de cinco años y su posterior devolución en un plazo de cinco años. En el primero se retornaría el 10 % de la mitad de la deuda ordinaria, en el segundo el 15 %, en el tercero el 20 %, en el cuarto el 25 % y en el quinto el 30 %.

Tras abonarse los ordinarios, sería el turno de los acreedores subordinados. Esta categoría incluye 571.028 euros que corresponden a la extinta Cierval. Estos se retornarían dentro de diez años.

La CEC reclama la quita del 50 % para los ordinarios y subordinados, mientras invita a otra de manera voluntaria para los subordinados.

Esta planificación evidencia los problemas de tesorería de la CEC. El plan de viabilidad tiene que afrontar un camino lleno de obstáculos. Primero ha de recibir el visto bueno del juzgado delo mercantil, y después concertar el consenso de los acreedores. Cierval ha impugnado el informe del administrador concursal que señala su deuda de subordinada y reclama que se declare ordinaria. Además, defiende que su deuda asciende a los 905.000 euros frente a los 571.028 establecidos en el dictamen concursal. Asimismo, patronales provinciales de primer nivel como el azulejo o el turismo han anunciado su baja de la organización porque creen que su supervivencia es «inviable».

Los defensores de su continuidad subrayan que el administrador concursal sostiene que la CEC tiene medios suficientes para salvarse si se dota de un organigrama ligero y profesionalizada y presta nuevos servicios.

El informe señala que hay pendiente el cobro de 530.000 de subvenciones por cursos de formación del Consell. La Generalitat paralizó o solicitó el reintegro de ayudas que sumaban un total de 1,7 millones por no acreditarse suficientemente los cursos. los mismos. La CEC ha presentado contenciosos contra el Servef por impagos de cursos que ascienden a los 1,4 millones.