La implantación de la jornada continua en los colegios ha sido un verdadero quebradero de cabeza para los padres y madres de niños escolarizados. No obstante, este no es el único reto al que se enfrenta las familias. El acoso escolar, la gratuidad de los libros y el temario son otras de las cuestiones que se necesitan abordar para el curso que viene. Silvia Centelles, la presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres (Fampa) Penyagolosa de Castelló nos habla de todos ellos.

¿Cómo es la relación con la Confederación de Ampas Gonzalo Anaya de Valencia después de las desavenencias con la anterior junta?

Actualmente mantenemos una relación muy buena. El conflicto que hubo no fue tanto un problema de federaciones sino personal, y se solventó con el cambio de junta.

¿Cómo definiría la actual situación educativa?

Posiblemente, a nivel autonómico estemos mejor que hace un tiempo. Con el nuevo gobierno parece que la situación ha cambiado, sobre todo, en la participación. Nos piden más participación en la mesa de negociación y cuentan más con las familias. Además, es cierto que las políticas del gobierno autonómico han sido un poco más dirigidas hacia a aminorar el impacto que la Lomce. No obstante, seguimos siendo críticos porque ha habido medidas que, aunque creemos que son positivas, las prisas por implantarlas y llevarlas a cabo ha ocasionado muchos problemas a las familias.

¿Se refiere a la jornada continua?

La jornada continua sería un ejemplo y también la Xarxa Llibres implantada el año pasado y que, aunque es una iniciativa que aplaudimos, porque siempre hemos pedido la gratuidad de la educación, la implantación fue en septiembre cuando las familias ya habían comprado los libros. La gestión fue caótica. Este año ya tenemos claro cómo funcionará y pensamos que estará mejor. En cuanto a la jornada continua, lo mismo. Es cierto que se ha negociado con sindicatos, profesores y familias pero ha habido cosas que no se han acabado de perfilar como la periodicidad con la que se hacen las votaciones. Si en un centro se instala la jornada continua, estará vigente durante tres años y luego se volverá a votar. Pero en el centro que se vote y salga que no, esa votación puede ser año tras año hasta que salga. Esto no es justo y entendemos que es un agravio comparativo. Si de una manera está tres años entendemos que de la otra también.

¿Y votar la jornada continua todos los años?

Es preferible que sea cada tres años porque la finalidad es que se puedan tener estudios reales de cómo funciona una jornada u otra. Si esto simplemente se implanta y después la conselleria no hace un estudio de si es más beneficioso o no para los niños y niñas, esto no habrá servido para nada y solo habrá sido una reivindicación laboral. En un año no se puede valorar los resultados, pero en tres años sí.

¿Qué cambios han notado a nivel local?

Los cambios se han notado dependiendo de las poblaciones. Los ayuntamientos que han cambiado a gobiernos más progresistas, han ampliando las medidas para establecer tanto a los temas de educación como la integración de niños y niñas más necesitados con los comedores en verano, por ejemplo. En Castelló y Vila-real, por ejemplo, sí que se está notando, no en la medida que nos gustaría, porque nos gustaría una oferta gratuita a partir de junio, pero, poco a poco, se van ampliando los servicios municipales.

¿Están a favor de implantar la enfermería escolar?

Es una figura importante pero no sabemos de qué forma se podría implantar. Cada centro escolar está adscrito a un centro de salud pero puede haber escuelas con más necesidades de atención. Por ejemplo, en caso de diabéticos y en los que es la madre o padre quien se desplaza al colegio para pincharles. En este caso sería muy bueno y facilitaría que las familias pudieran conciliar mejor la vida familiar y laboral.

¿Considera suficientes las medidas para luchar contra el acoso escolar?

Hay un protocolo pero las familias entienden que es muy lento. Esto hace que, para la familia que está sufriendo el acoso, el protocolo no les sirva. Las familias lo que quieren es una actuación inmediata, pero estas actuaciones inmediatas no son posibles porque lo que se pretende es mejorar la conducta del acosador, y eso lleva un tiempo. Esto hace que, muchas veces, lo que la familia decide es cambiar de centro porque no encuentra solución.

El trabajo dentro de este protocolo, ¿se centra más en el acosador que en la víctima?

Despende, cada uno funciona de una forma. Hay centros con un educador-mediador y junta a las dos partes para trabajar con ellas. Otras veces se intenta trabajar desde el grupo clase. No es que solo se centre en cambiar la conducta del acosador, también se trabaja paralelamente con el acosado y el grupo clase, para que no se sienta señalado y para que sean conscientes.

¿Las ampas son conocedoras de cuándo se produce un caso de acoso escolar?

Nos consta que las familias no vienen a la federación a decirnos si hay problemas y ver qué se puede hacer. Es un tema bastante tabú entre las familias, por las dos partes, tanto por el que acosa como por el que lo sufre.

¿Qué herramientas tiene la fampa para estos casos?

Nosotros podemos ofrecer herramientas como la escuela de padres para poder detectar si su hijo es acosador o acosado. Lo que sí sería importante es que si tú sabes de un caso, que las familias presten atención y que no piensen que son cosas de niños.

¿Cómo sería el sistema educativo ideal?

Tendríamos que empezar por cambiar el extenso currículum que se debería simplificar, algo que también demanda el profesorado que se siente oprimido y no tiene tiempo para poder aplicar nuevas metodologías. Empezando por ahí, que sería la base, también habría que aumentar la participación de las familias, crear un proyecto educativo conjunto y que no fuera una moneda de cambio, porque nos damos cuenta que, cada vez que hay elecciones, varían los temas de educación. También habría que ampliar los recursos humanos y económicos y aplicar la bajada de ratios, que haría que la calidad de nuestras escuelas fuera mejor. Y que la carrera de Magisterio incluya Educación Emocional, es muy importante que el profesorado lo conozca para después poder llegar más a sus alumnos. Necesitamos caminar hacia una educación del siglo XXI. Estamos estancados en una educación del siglo XIX.