El Partido Popular estrenó tras su 14 XIV Congreso Nacional un sistema de elecciones primarias para que la militancia pudiera respaldar la candidatura a las respectivas presidencias orgánicas del partido, tanto a nivel estatal como autonómico, regional y local. Finalmente, el sistema aprobado fue el propuesto por la actual presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, que se impuso al proyecto impulsado desde la Comunidad Valenciana, con Isabel Bonig como máxima valedora.

De manera concreta, el nuevo sistema de elección de presidentes en el PP se basa en un esquema de doble vuelta, en el que los militantes, aunque precisamente desde el citado congreso el PP prefiere la fórmula afiliados, votan entre las diferentes candidaturas presentadas, pero el elegido debe obtener también la ratificación de los compromisarios en un congreso.

No obstante, y para que la ratificación no pudiera parecer una corrección de la elección de los afiliados, también se ablandaron las condiciones para ser compromisario y poder participar en el congreso, con los mismos requisitos prácticamente que para poder votar a una candidatura.

Así mismo, se facilitó un número escaso de avales para animar a presentar candidaturas. Por ejemplo, para optar a la presidencia del partido a nivel provincial eran necesarios 50 avales, mientras que para hacerlo en una agrupación local, solo son necesarios 30 avales.

No obstante, en el proceso de implementación de estas elecciones primarias, el PP en la Comunidad Valenciana ha tropezado con un escollo: la mayoría de congresos se han saldado con candidaturas únicas.

En primer lugar, en el congreso autonómico, Isabel Bonig y José Luis Bayo iniciaron la carrera por la presidencia, pero tras obtener poco más de 200 avales, este último renunció y denunció la vulneración de derechos fundamentales en el proceso. El trámite judicial sigue su curso, pero esta semana la Fiscalía anunció que no respalda la demanda al no observar el supuesto trato de favor que denunciaba Bayo.

En cuanto a los congresos provinciales y a pesar de la sorpresa que supuso la renuncia del presidente del partido en Castelló, Javier Moliner, el proceso congresual castellonense y alicantino se saldó con una única candidatura. Barrachina conformó una ejecutiva continuista, mientras que José Císcar revalidó la presidencia en Alicante.

Sin embargo, en València, la existencia de dos facciones encontradas ha provocado la intervención de la dirección nacional y la interposición de una gestora en un conflicto que amenaza con prolongarse hasta las elecciones de mayo de 2019. El actual presidente provincial, Vicente Betoret y la portavoz del Grupo Popular en la Diputación de València anunciaron su candidatura, pero no se pusieron de acuerdo hasta en dos ocasiones para conformar un Comité Organizador para el congreso; la segunda incluso en la sede nacional en Génova. De hecho, el secretario de organización. Fernando Martínez Maíllo llegó a advertir que era necesaria la unidad y una candidatura única.

En el plano local, esta semana tanto Begoña Carrasco como Héctor Folgado han revalidado las presidencias locales de Castelló y Vila-real y están a la espera de hacer lo mismo, Salvador Aguillella en Onda, Andrés Martínez en Peñíscola, Susana Marqués en Benicàssim y Juan Antonio Maña en Benicarló.

De momento, estas son las únicas agrupaciones locales que han pedido la celebración del congreso local a la Junta Directiva Provincial, que debe aprobarlas. Estos congresos se celebrarán el día 7 de julio, salvo el de Onda, que será el día 10 y el de Benicàssim, que lo hará el 11 de julio.