La revisión del Plan Acústico Municipal (PAM) de Vila-real, encargada por la concejalía de Territorio a la empresa Ingestec, ha concluido con un descenso en el nivel sonoro general que se registra en la ciudad y con nuevas medidas destinadas a seguir mejorando los valores, especialmente centradas en el tráfico rodado.

El concejal de Territorio, Emilio M. Obiol, explicó que las conclusiones del estudio señalan como principales focos de ruido tanto a las infraestructuras viarias por carretera -tanto las externas como las principales avenidas y viales concurridos dentro del núcleo urbano-, como la vía férrea y las zonas industriales.

La empresa ha realizado 61 mediciones cortas y 33 largas en diversos puntos de la ciudad -que incluyen más calles y caminos que en la anterior revisión- para llegar a la conclusión de que, respecto al modelo del 2009, ha descendido el impacto acústico, debido, principalmente, al descenso de la actividad económica -por efecto de la crisis- y también a la aplicación de las medidas correctoras que proponía el último PAM.

«A pesar de estar dentro de los límites permitidos, seguimos contando con áreas especialmente complicadas que, aunque hayan rebajado los niveles, siguen siendo puntos importantes», indicó el edil. Entre ellos se encuentran la AP-7, la N-340 y su variante N-340a, la CV-10, la CV-18, la CV-20, la CV-185 y la CV-222, sin olvidar la entrada a la CV-20, la calle Ermita o las avenidas de Alemania, Italia, Portugal, Europa, Francia, Pío XII, la Murà o Francisco Tárrega. «Hablamos de las principales arterias dentro y fuera de la ciudad, para algunas de las cuales llevamos tiempo esperando una actuación», señaló Obiol, que consistiría en la instalación por parte del Ministerio de Fomento, de una barrera acústica de 250 metros de largo a ambos lados de la N-340 a su paso por el Hospital de la Plana.

Asimismo, tanto Obiol como los técnicos encargados del proyecto, destacan la importancia de que llegue pronto la ronda Suroeste, ya que absorberá gran parte del tráfico rodado que en la actualidad pasa por dentro del municipio. «Imploro a la Conselleria de Infraestructuras que sea una realidad lo antes posible», apunta el edil, quien recuerda que «todavía queda pendiente un bulevar con carril bici en dicho vial y en la CV-185».

Tanto Pascual como Fernández destacan que entre las medidas puestas en marcha por el ayuntamiento estos últimos años han sido de gran utilidad el sistema de préstamo de bicis, la creación del carril bici a la ermita y de ciclocalles, así como la política de peatonalización de algunos viales, además de las campañas de control.