El balance de las fiestas de Sant Pere, en el Grau, se cierra con "datos positivos" relacionados con la convivencia vecinal como el descenso en el número de quejas registras por molestias de collas y también en el número de peleas. La Policía Local ha informado que durante esta edición se han recibido 37 llamadas de quejas por molestias provocadas por las collas y peñas y en todas ellas ha intervenido la Policía Local procediendo al cierre voluntario de las mismas o al cese de las molestias.

"Cabe destacar el importante descenso en el número de quejas respecto a 2016, un 47 por ciento menos, al pasar de las 79 llamadas recibidas en 2016 a las 37 de esta edición", según ha apuntado el concejal de Seguridad Ciudadana, Antonio Lorenzo. También se han reducido las actuaciones policiales por peleas o agresiones en vía pública, ya que este año se han atendido nueve servicios frente a los 12 de la pasada edición.

Por otro lado, la Sala 092 ha atendido 12 quejas vecinales debido a ruidos o comportamientos incívicos en la vía pública frente a las siete que se registraron en 2016 también durante las fiestas de Sant Pere. También han aumentado las asistencias sanitarias atendidas a la que ha acudido la Policía Local de Castellón y el Servicio Sanitario Municipal, con un total de 13 asistencias frente a 9 de hace un año.

Por su parte, Castelló en Moviment (CseM) ha recogida las quejas de vecinos respecto a «controles policiales indiscriminados e intimidatorios» llevados a cabo durante las fiestas de Sant Pere. Según ha relatado el edil del grupo municipal, Xavi del Señor, durante la semana de las fiestas una patrulla de policías municipales ha recorrido las calles del Grao con un perro detector de drogas.

El portavoz de la agrupación electoral ha informado que su grupo político ha recibido varias quejas de muchas personas que paseaban por las calles, de las collas de fiestas y de gente que cenaba en las terrazas del bar «las cuales sufrieron los controles indiscriminados de un perro detector de drogas».