Buen susto el que se llevaron la noche del sábado cinco familias de la calle San Francisco de Castelló al venirse abajo la cubierta de un inmueble de cuatro alturas situado en el número 35 de este céntrico vial de la capital de la Plana. Ninguna persona resultó herida, pero todas ellas tuvieron que ser realojadas, algunas en un hotel y otras con familiares, al precintarse las casas situadas en los números 33, 35 y 37 a la espera de que hoy mismo los técnicos municipales revisen la zona, si bien todo apunta a un posible caso de aluminosis.

Fuentes de la Policía Local explicaron que el sucesos se produjo sobre las 23.25 horas del sábado cuando una mujer llamó para informar del derrumbe. Minutos después se personaron en el lugar agentes de la Policía Local y de los bomberos municipales, que ordenaron de inmediato el desalojo de todas las familias que habitaban en este edificio de cuatro plantas.

En concreto, se trata de un hombre y una mujer de 64 y 70 años que habitaban en el primer piso; una mujer de 72 años en el segundo; dos mujeres de 45 y 42 años, un hombre de 46 y tres niños de 14, 10 y 7 años, en la tercera altura y, finalmente, una mujer de 48 años que vivía en la cuarta planta, que fue la afectada por el derrumbe y la que avisó a la Policía Local.

La cubierta, según los datos de facilitados, cayó totalmente sobre la cocina, el salón y la galería de esta vivienda, que afortunadamente no estaba ocupada en ese momento. La caída de cascotes provocó la rotura de una tubería de agua, por lo que los bomberos tuvieron que solicitar el corte de agua y luz en la zona por peligro de que se pudiese producir un cortocircuito.

Tras una primera revisión, las autoridades decidieron el desalojo tanto de las cuatro familias del edificio afectado como de las que viven en el número 33, una vivienda ocupada por 3 personas. El número 37, también precintado, está deshabitado. Los habitantes de la tercera planta del edificio afectado se han ido con familiares, pero el resto está alojado en un hotel.