El riesgo de incendios es una de las principales amenazas que afrontan los bosques de la provincia en cada periodo estival. El último informe socioeconómico del Comité Económico y Social de la Comunitat Valenciana(CES) pone de manifiesto que Castelló triplicó en 2016 la superficie afectada por incendios respecto a 2015. Con 1.583 hectáreas quemadas, además, fue la segunda provincia de la región con más extensión dañada, por detrás de Valencia y por delante de Alicante. La intencionalidad y la negligencia originaron el 34 % de los incendios.

De la extensión forestal ardida, 1.450 hectáreas fueron superficie arbolada y 133,29 matorrales o cultivos. . Castelló acaparó el 20 % de los incendios de la Comunitat. Aunque registró en 2016 menos fuegos que en 2015 (70 frente a 87) la superficie arrasada superó con creces al ejercicio anterior (494 hectáreas).

Este aumento se debió sobre todo al incendio registrado en julio de 2016 en la Serra d´Espadà, que acaparó 1.534 hectáreas de los 1.583 de 2016, de las que 927 correspondieron a la zona incluida dentro del parque natural. Se vieron afectados los municipios de Onda, Tales, Alcudia de Veo y Eslida. La Serra d´Espadà fue el principal parque afectado de la red de parajes del territorio valenciano.

De los 70 fuegos declarados en Castelló, 16 tuvieron lugar en la comarca de la Plana Alta, 11 en l´Alcalatén, 15 en el Baix Maestrat, 13 en el Alto Palancia, siete en la Plana Baixa, cinco en el Alto Mijares, dos en l´Alt Maestrat y uno en Els Ports. No obstante, la Plana Baixa acumuló 1.544 hectáreas por el incendio de la Serra d´Espadà.

Tercer peor año desde 2007

La mayoría de los siniestros tuvieron lugar en el periodo estival; 26 en septiembre, diez en junio, ocho en julio y seis en agosto. 2016 fue el tercer ejercicio con más extensión quemada desde 2007. El peor año en Castelló fue 2012 con 11.015 hectáreas que fueron pasto de las llamas como consecuencia especialmente del incendio de Andilla, que comprendió 23.000 hectáreas de comarcas de las provincias de València y Castelló (en esta última provincia alcanzó los términos de Sacañet, Teresa, Altura y Bejís). En 2007 ardieron 7.800 en el incendio de l´Alcalatén, que impactó en los términos de Les Useres, Costur, Atzeneta del Maestrat, Figueroles, Llucena del Cid y L´Alcora. También fue un ejercicio negativo 2009 con 1.170 hectáreas, entre otros incendios, cabe mencionar los del Alto Palancia, con 900 hectáreas arrasadas en Soneja, Geldo y Castellnovo, y el Onda, con 150.

Respecto a las causas de los incendios en 2016, 36 fueron originados por la caída de un rayo, 15 por una negligencia humana, nueve fueron intencionados, ocho por otros motivos que no se especifican y dos por factores que se desconocen. El incendio de Artan fue el tercero más destacado en 2016 en la Comunitat Valenciana y se produjo por factores desconocidos.

El estudio del Comité Económico y Social llama la atención que «sin perjuicio de que 2016 resultó un periodo muy seco con el consiguiente riesgo, sobre el incremento experimentado en el número de incendios originado por la negligencia o la intencionalidad». «Es fundamental reducir el número de incendios provocado» por estas dos razones, subraya el CES, que reclama que «deben seguir intensificándose y potenciándose las campañas de concienciación y los mecanismos de prevención y de control y vigilancia, dotándose de los medios técnicos y humanos necesarios, por parte de los organismos competentes, que impidan prácticas que pongan en peligro la salud de nuestros montes».Remarca que «resultan importantes las campañas de sensibilización de un uso adecuado de los montes».

A nivel autonómico, la memoria sostiene que la intencionalidad, con 153 casos, fue el primer motivo de incendios en la Comunitat, representando el 44,87 %, porcentaje superior en más de 13 puntos respecto a 2015. En segundo lugar figura la negligencia, con 91 incendios y una representatividad del 26, 69 %. El rayo ocupa el tercer lugar, con 62 incendios. «Sigue constatándose que, a pesar de las modificaciones introducidas por la legislación sancionando con severas penas los actos intencionados, los incendios provocados ocupan los primeros lugares en la casuística de los incendios», resalta el CES, que añade que la negligencia y la intencionalidad concentraron en 2016 el 71 % de los incendios, porcentaje similar a los recogidos en los años 2011 y 2012 que oscilaron en torno al 75 %. En Castelló