Miguel Navarro, padre de Maikel (el joven castellonense asesinado el pasado día de reyes) concede su primera entrevista tras el juicio contra los dos menores implicados en los hechos. Hay un tercer acusado, mayor de edad, para el que todavía no hay fecha de la vista oral.

P¿Qué impresiones ha extraído del juicio?

R Ninguna. Primero porque yo no he estado en la sala. Ni yo, ni su madre, ni sus hermanos y no entiendo el porqué. Si ha sido nuestro hijo al que han matado, que menos que estemos en la sala para saber lo que ha pasado. Luego, las condenas son una risa. Diez años de internamiento por matar a una persona a hachazos me parece una risa. Y el otro acusado menos, en tres o cuatro años está en la calle.

P¿Les han explicado por qué no podían acceder a la sala?

R Porque son menores y se sienten amenazados. Matan a mi hijo y, encima, dicen que se sienten amenazados. A ellos los han acompañado al colegio y a todos los sitios donde ha hecho falta. Aquí parece que quien haya matado hayamos sido nosotros en lugar de ellos. Hasta una tía de ellos ha ido protegida hasta la puerta del colegio porque pensaba que le íbamos a hacer algo. Y a nosotros ni nos han preguntado si quiera.

P¿Nadie se ha interesado por ustedes?

R Nadie. Nadie da explicaciones de nada ni nos dice nada. Las llaves de la casa de Maikel no han aparecido nunca. Supuestamente, el jugado no la tiene y si la tiene nadie nos ha dicho nada. Su cartera tampoco ha aparecido. Y por los niños tampoco nadie se ha preocupado. Mi hijo me dijo que hasta que su hijo no se pusiera bueno no iba a trabajar nunca. Yo le ayudaba en todo lo que podía. Nos dicen que les van a dar una ayuda, todo lo que quieran, pero hasta hoy nadie ha ayudado en nada, y los niños comen todos los días.

P¿Qué sería una condena justa para usted?

R Para gente así, la cadena perpetua. Porque para mí esa gente ya no vale para nada.

P¿Qué opina de la ley del menor?

R Que es una barbaridad. Es una injusticia total porque en pocas palabras que le están diciendo al menor que puede quemar, que puede matar, puedes asesinar, que no te va a pasar nada. Deberían ser juzgados como el resto de personas.

P¿Los acusados han mostrado arrepentimiento?

R Para nada. Y los padres tampoco. Yo sí que les dije a los amigos de mi hijo que, por favor, no le hicieran nada a la familia de los chavales porque no tienen culpa de nada. Pero ellos ni disculparse. Pero yo no les culpo. Los únicos culpables son los que lo han hecho.

P¿Cómo recuerda aquel día de Reyes?

R Hacía mucho frío y se fue solo con la bici. Mi nuera me llamó ese mismo día muy tarde y me dice que tiene el móvil apagado y que eso es muy raro en él. Yo pensé que se habría ido de fiesta. Luego me llama mi hija más tarde y me dice que Maikel sigue con el móvil apagado y ya me preocupo un poco. Empiezo a llamar a mis amigos, a mirar por los hospitales por si un coche le había atropellado y no aparecía por ningún lado. Nadie sabía nada. Ya el domingo mi llama mi hija y me dice que consiga el número de teléfono de los últimos amigos con los que había estado y conseguimos el teléfono de uno de los menores han sido juzgados. El que se supone que lo planificó todo. Lo llamo, quedamos en un polígono y me dice no sabe nada, cuando ya lo había matado y enterrado. Yo sabía que me estaba mintiendo pero nunca me imaginaba esa barbaridad. Me dijo que si se enteraba de algo que llamaría a la policía pero los días asaban y seguíamos sin saber nada. Lo vuelvo a llamar y quedamos en una finca y me dijo que tenía a los sospechosos. Acusó a otra persona. Quedamos una tercera vez y ya le dije que sabía que me estaba mintiendo. Él me dice que no ha ido a la policía porque no quería problemas y le contesto que el problema ya lo tiene porque ha sido el último que ha visto a Maikel. Ahí se acabó todo. Me fui a trabajar y por la tarde me llama mi hija. Se me hizo un nudo. Me dijo: «Papá, han matado a Maikel y lo están desenterrando». Era el día 12 de enero. El mundo se me derrumbo.

P¿Se cree que le mataron por una deuda de 100 euros?

R La deuda de 100 euros no me cuadra. Pero no quiero decir nada por si nos perjudica en el juicio que queda con el tercer implicado. Vamos a pedir la pena máxima pero de lo que pidan, todo eso se queda en nada.

P¿Si los condenaran a la pena máxima y la cumplieran íntegramente creería que se ha hecho justicia?

R No. Aparte de que eso es imposible que pase. Contra la muerte no haya nada que te pueda resarcir del dolor. Y más con la manera que han matado. Eso no tiene rehabilitación ninguna. Los mismos psiquiatras lo dicen. Luego salen a la calle y nadie te va a decir que se ha puesto a vivir a lado de tu casa.

P ¿Consigue conciliar el sueño?

R Ahora puedo dormir gracias a las pastillas. Lo que más me duele es la manera en la que lo hicieron, el sufrimiento que tuvo que padecer mi hijo, eso no me deja dormir. El forense dice que no sufrió pero, cuando una persona se pone la mano para protegerse, es porque está sintiendo las cosas. Aunque sean 30 segundos, la agresión con un hacha es un sufrimiento bárbaro. Yo que soy boxeador sé que tres minutos en el ring se hacen eternos, sé lo que es sufrir. El forense dice que le dieron en un punto vital pero hasta que se lo dieron, sufrió. Si te pegan un golpe, te caes al suelo, luego te dan otro, pones la mano y te cortan los dedos, todo eso lo estás sufriendo, porque, si no, no levantas la mano.

P¿Cómo ha cambiado su vida?

R Ya no soy igual, ni en mi casa, ni con mi familia, la mujer, con mi madre,... Ha cambiado todo. Los niños se han enterado hace un mes, más o menos. Les dijimos que se había ido a trabajar pero siempre estaban diciendo «el papa no me llama» y se lo hemos tenido que decir. No les hemos contado lo que ha pasado, solo que se ha ido al cielo. Ahora dicen que quieren ir al cielo a verle.

P¿Podrá recuperarse?

R Me quedé sin padre cuanto tenía cuatro años porque le atropelló un coche. Mi hermano falleció en la mili con 21 años al caerse de un andamio y mi cuñado se cayó en el baño y se desnucó. Fueron accidentes pero siempre está ahí. Y ahora esto. No se puede pasar página.