Un punto muy caro en Crevillente y una semana muy larga por delante. Ese es el botín del Castellón, que cedió ayer el 2-2 tras haber volteado con goles de Rubio y Serra el tanto inicial de los locales. Por el camino perdió a su único lateral zurdo, Kike Ferreres, que estará un mes de baja. Los de Frank Castelló acumulan tres jornadas sin ganar y cuatro partidos sin abrochar la portería a cero.

Anunciaban los carteles una película bélica, pero la primera media hora fue más bien eso que llaman cine de autor. Pasó poco, pasó nada, hasta que la tarde rompió en comedia gracias al árbitro, que frenó el primer detalle de calidad, un control orientado y un regate de Javi Serra, tumbando al jugador con una obstrucción. A partir de la chanza empezaron a ocurrir cosas. Al filo del descanso Juanjo regaló una falta en la frontal, que el local Pucho estrelló en la barrera. En la continuación de la jugada llegó el 1-0: a Luismi le hicieron un traje en el costado y Samu batió a Zagalá por bajo con un remate a la corta.

Era el minuto 42 y el cine insinuaba amargar con un drama, pero el Castellón impuso enseguida el género de la acción. Respondió rapídisimo al golpe y fue capaz de empatar antes del descanso, escapando de un serio problema. Cubillas prolongó en la boya el enésimo balón aéreo y esta vez halló compañía a su alrededor. Javi Rubio mostró credenciales de magnífico llegador. El centrocampista, ayer mediapunta, clavó los tiempos en la maniobra, primero con la diestra en el control, y después con la zurda asegurando el gol.

Donde no pasaba nada pasó de repente todo. Nuestros respetos a la ficción del cine, pero por eso la realidad imprevisible del fútbol sigue siendo mejor.

Segunda parte

Tras el descanso se produjo la lesión de Kike Ferreres. Frank la resolvió retrasando a Juanjo en el lateral, escorando a Marenyà e introduciendo a Guinot en el centro del campo. Antes de calibrar el acierto, en el 55, la fe de Serra generó el 1-2. Persiguió el despeje largo de un córner en contra, forzó el error del zaguero que hacía de cierre, y superó por alto a Óscar con una certera parábola.

En ventaja, al Castellón le faltó colmillo para finiquitar el partido. Cayó también Cubillas y el juego se dejó llevar por la inercia del electrónico. El Crevillente dio un paso adelante y el Castellón atrás. Sucedió de la misma manera que podría no haber sucedido, pero sucedió: en una acción aislada, en el minuto 80, en una segunda jugada, Pastor coló el tiro del empate por la escuadra.