«La transformación de una empresa azulejera al modelo industrial 4.0 conllevaría un ahorro general en costes de, aproximadamente, el 10 % sobre su facturación», asegura el director del Instituto de Tecnología Cerámica (ITC), Gustavo Mallol.

En cualquier caso, Mallol ha subrayado que, en la actualidad, «no hay estudio alguno que pueda confirmar esa cifra, pero sí que es la que nosotros, en el ITC, manejamos como la más probable después de todos los cálculos y estudios realizados».

El dato fue facilitado durante la jornada que organizó la patronal azulejera Ascer sobre la industria 4.0 en el sector cerámico, y en la que, entre otros, se contó con la participación de Carlos Vallejo y José Antonio Utrera, directores, respectivamente, de las áreas de mejora continua y operaciones de la firma Colorker que pasa por ser la primera, y de momento la única, planta 4.0 del sector azulejero a nivel mundial.

En este sentido, el presidente de la asociación Española de Técnicos Cerámicos (ATC), Juan José Montoro, afirma que la apuesta por la industria 4.0 no es una opción para las empresas cerámicas: «Es sí o sí, porque es imprescindible adoptar este nuevo modelo porque con él va implícito que mantengan su liderazgo en el mercado mundial». La digitalización de todos los procesos conlleva «una optimización de costes a todos los niveles que se traduce en un incremento de la competitividad».

Montoro califica la industria 4.0 como «la cuarta revolución industrial» y reconoce que va a implicar un cambio «importante» en la plantillas de las empresas: «Se destruirán puesto de trabajo, pero se crearán otros. Se destruirá, básicamente, el empleo poco cualificado y se crearán otros para profesionales cualificados con base tecnológica muy abierta».

El problema, para Montoro, es que el sistema educativo, no está preparado para formar a esos profesionales: «Las carreras son todavía muy tradicionales y tienen que incorporar las nuevas tecnologías».

En cualquier caso, Montoro entiende que el sector no parte de cero. «La industria del azulejo está bastante digitalizado y, de hecho, solo hay que ver la incidencia de la decoración digital: el 87 % de las baldosa se decoran por inkjet». Y la prueba de sus afirmaciones es que «el sector azulejero cuenta hoy con unos 14.000 empleados, prácticamente la mitad de los que había antes de la crisis, y, sin embargo, producimos casi lo mismo. Y eso se debe a nuestra apuesta por las nuevas tecnologías».

Por tal motivo, ATC dedicará la próxima edición de su congreso bienal a la industria 4.0. Se celebrará los días 16 y 17 del próximo noviembre en el Planetario de Castelló y, entre otros temas, se abordará la problemática del técnico cerámico y, sobre todo, se intentará vislumbrar el papel de los técnicos cerámicos en la industria 4.0.

Es sí, Montoro afirma que el modelo 4.0 no puede pararse al salir la pieza del horno y ser almacenada, sino que debe contemplar también «el área comercial y el servicio posventa».

Por su parte, el presidente de Ascer, Isidro Zarzoso, asegura que el modelo 4.0 «implica un mayor control sobre todas las área de la empresa y, a mi entender, cualquier control es positivo para mejorar el sector».