Más de 1.700 personas participaron ayer en la XXII Trobada de Quintes d'Almenara con la habitual fiesta de las paellas. Tal y como ya sucedió el año pasado, se volvió llenar hasta la bandera la carpa gigante habilitada en el recinto ferial, ubicación que acogía el evento por segundo año consecutivo.

La alcaldesa, Estíbaliz Pérez, destacó la «elevadísima participación de nuestros convecinos en un acto en el que los vecinos y vecinas de Almenara comparten una comida de hermandad con sus quintos, o sea con los nacidos el mismo año».

Así, un año más, y ya van 22, desde los más jóvenes, la quinta de 2017, que son los festeros, con 18 años, hasta los más mayores compartieron la jornada gastronómica, la armonía y el buen ambiente, siempre entre bromas y muchas risas.

Como es habitual, la charanga «el Minador» amenizó las celebraciones, ofreciendo un amplio repertorio de grandes éxitos. La fiesta prosiguió posteriormente con una discomóvil.

Para todos los gustos

Cabe destacar que algunas quintas decidieron guisar las paellas a leña en el lugar habilitado, pero otras las cocinaron en sus bajos particulares o bien las encargaron en los bares locales.

La jornada continuó por la noche con la esperada exhibición de vacas y un toro embolado de la ganadería de Tauro Covatelles, todo ello ofrecido por el Ayuntamiento de Almenara y que se desarrolló más allá de la medianoche al comenzar a las 23.30 horas.

Hoy concluyen las fiestas de Almenara con la misa al mediodía tras la que se celebrará la procesión del Traslado. Por la tarde llegará el fútbol con el encuentro entre el Almenara Atlètic y el Nules, así como la merienda de hermandad de la tercera edad en el polideportivo cubierto, con la orquesta Dúo Odisea.