Kilian Zaragozá, Andrea Lorenzo y José Vicente Villarroig son

Para ello han diseñado un sistema de envasado de alimentos para comedores sociales con el fin de que las personas que acuden y, por falta de espacio, o cualquier otro motivo, no pueden quedarse, tengan igualmente su ración de comida. Se trata de una especie de envase de diseño, elaborado por materiales reciclados, donde se incluye todo lo necesario para que la persona que asiste al comedor y no puede ser servido en el interior, pueda disponer de la misma ración de comida que el resto. No obstante, según explica Zaragozá, «esto no nos parecía suficiente y, tras darle vueltas, quisimos adaptar este producto para que sirviera como una nueva oportunidad para estas personas». La manera en la que el proyecto brinda esta «segunda oportunidad» es todavía una incógnita que se desvelará el próximo 3 de noviembre a las 19.00 en la presentación oficial del proyecto que tendrá lugar en el espacio cultural El Menador.

Con todo esto sobre la mesa, los jóvenes emprendedores quisieron ir más allá y diseñar un canal de comunicación para dar a conocer el proyecto. Para ello han creado un corto de siete minutos en el que se relata la historia de una persona que vive en la calle y cómo gracias a este proyecto, su vida da un giro de 180 grados.

El corto está grabado y dirigido en Castelló con la intención de ser difundido, también internacionalmente. Para ello, han contado con la colaboración de Julen Díaz. «Estamos buscando tener más repercusión y darnos a conocer, cualquier ayuda de promoción y difusión es bienvenida y agradecida, al principio es muy difícil y nos estamos moviendo en todas las vías posibles para conseguirlo», añade el director de «Nadie sin su ración diaria».

Kilian Zaragozá explica que, «normalmente, las personas que acuden a los comedores sociales, no cuentan con los recursos suficientes para tirar adelante de manera autónoma, se encuentran es situación de pobreza extrema a causa de problemas que han podido sufrir a lo largo de su vida y no suelen tener relaciones interpersonales, lo cual agrava aún más su problema».

Para ellos, «Nadie sin su ración diaria» puede convertirse en un punto de inflexión en sus vidas. El próximo 3 de noviembre se desvelará la manera de conseguirlo. Mientras, estos jóvenes emprendedores confían en que su proyecto pueda ser realidad en breve.