El Palau-Castell de Betxí dio ayer un paso más en su restauración y en la apertura a sus vecinos con la inauguración de la II Fase de rehabilitación del edificio.
Unos trabajos con los que, como explicó el concejal de Cultura y Patrimonio, Toni Meneu, «estamos uniendo el pasado y la historia de nuestro pueblo con el presente actual y lo proyectamos a las nuevas generaciones al Betxí del futuro».
Esta segunda fase ha permitido recuperar el patrimonio artístico de este edificio gótico y sacar a la luz otros restos interesantes del pasado, como unos esqueletos de la época islámica con 1.000 años de antigüedad.
En la inauguración celebrada ayer, además de representantes de las diferentes administraciones públicas que han hecho posible llevar a cabo los trabajos (ayuntamiento, Diputación de Castelló, Consell y el Gobierno Central), también estuvieron presentes vecinos de Betxí que, después de muchos años pueden ver cómo se está recuperando «el corazón de Betxí».
María Sanahuja recordaba ayer que «he venido mucho a bailar, veníamos con los novios, traían bailarines, me gustaba mucho venir y es muy bonito poder ver su recuperación». Al igual que María, Rosario Franc comentaba ayer que, durante la Guerra Civil, «aquí estaban los soldados y veníamos a por la comida». Ambas se mostraron ayer muy contentas por la recuperación del Palau-Castell de Betxí «porque ya tocaba que se hiciese algo» y, además de estas dos mujeres nonagenarias, los recuerdos de algunos presentes estuvieron muy vivos durante la jornada de ayer.
Y es que algunos de ellos jugaron en el patio del Palau, «hemos venido al cine de verano o invierno o algunas exhibiciones teatrales. Todavía tenemos en mente un edificio vivo y que se utilizaba para diferentes actividades», comentaba Toni Meneu.
Esos recuerdos pertenecen a la historia de Betxí y ayer se dio un paso más para recuperar un espacio para las personas, el espacio más emblemático del pueblo.
Actuaciones
En marzo de 2016 se iniciaron las obras de la Fase II de Recuperación del Palau-Castell de Betxí que se han centrado en actuaciones en la sala de la bóveda, en la zona gótica del palacio, en la cocina decimonónica de Pascual Meneu y en el 'patiàs' (patio), baluarte y entorno del baluarte.
Concretamente, se ha limpiado la fachada de fábrica de mampostería y durante los trabajos se descubrieron las agujas y mechinales antiguos.
La Sala de la Bóveda de Cañón -en el siglo XIX era el antiguo Teatro Liceo-, de aproximadamente 200 m2, recae sobre la fachada posterior o 'Patiàs' y comunica interiormente las dependencias del antiguo Palacio Gótico con las de la vivienda decimonónica. Se han derribado los dos tramos finales de la bóveda por su mal estado y se ha consolidado el tramo final mediante un refuerzo superior y el relleno de sus riñones para darle estabilidad.
En las excavaciones arqueológicas necesarias llevadas a cabo, se han encontrado al menos dos restos humanos sin cabeza, propios de época islámica, según el arqueólogo de la Diputación de Castelló.
Respecto a la zona gótica del palacio, se ha actuado en la bóveda trabicada de dos roscas, que se ha reforzado tramo a tramo.
En la cocina de Pascual Meneu se ha desmontado el forjado y tabiques existentes y se han podido documentar arqueológicamente los restos de cerámica aparecidos de la fortaleza primitiva del Palau-Castell. Se ha realizado el armado de la cimentación y se ha hormigonado, se ha levantado el muro del ascensor y se ha montado la estructura, colocado los pilares y se ha hecho el forjado.
El delegado del Gobierno en la Comunitat, Juan Carlos Moragues, comentó que el Palau-Castell «es un crisol que refleja la riqueza, la diversidad, pluralidad, toda la historia de Betxí y tenemos que seguir en esta línea y continuar en las siguientes fases»
Tanto Moragues, como Vicent Sales desde diputación o el alcalde, Alfred Remolar, añadieron que todos estos trabajos tendrán sentido «siempre y cuando se abra a la gente y se utilice, cosa que ya estamos haciendo desde el principio de su restauración».
Para ello ya se está trabajando en las próximas fases.
