La alcaldesa de Almassora, Merche Galí, ha avanzado la voluntad de integrar la implantación de la recogida de basura orgánica en la estrategia de fondos Feder procedentes de la Unión Europea. Galí señaló que la instalación de los contenedores marrones con carácter permanente supondrá un descenso del impacto medioambiental y, por tanto, figura en la línea de las subvenciones que recoge Bruselas, además de reducir el transporte y tratamiento de residuos sólidos urbanos. «La prueba piloto permitió recoger durante tres meses dos toneladas y media de residuos orgánicos, por lo que si consiguiéramos implantarlo de forma permanente sería muy significativa la reducción del volumen de desechos que llevamos hasta la planta de tratamiento y, posteriormente al vertedero, con los elevados costes que ello supone a los vecinos y a las arcas municipales», defendió la alcaldesa.

Galí apuntó que la voluntad del equipo de gobierno pasa por instalar en primer lugar contenedores en puntos estratégicos que generan residuos de tipo orgánico casi a diario. Es el caso de los seis colegios públicos de Almassora, la escuela infantil y las dos residencias de mayores, donde los propios comedores o los servicios de cátering trabajan constantemente con restos de alimentos. Posteriormente, el proyecto se ampliaría al resto de las vías públicas hasta integrarlo en el mapa de recogida con las mismas características que los otros contenedores de selectiva.