La titular del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Castelló acordó el pasado mes de marzo la suspensión cautelar, hasta que se dicte una sentencia firme, de la reducción de horarios y espacios reservados a terrazas para los locales de hostelería del entorno de la plaza Tetuán, una limitación horaria que fue aprobada por el ayuntamiento, mediante un decreto, en noviembre de 2016.

Pese a esta desfavorable resolución judicial, pendiente aún de resolución final, el consistorio da otra vuelta de tuerca a los horarios de cierre y espacio reservados a las terrazas de los bares de Tetuán -y a los de la Muralla Liberal- al ejecutar ahora nuevas medidas a consecuencia de la aplicación del plan acústico zonal, que aprobará hoy en Junta de Gobierno. Y es que a raíz de las quejas y denuncias de los vecinos, los equipos técnicos municipales han realizado comprobaciones de los índices de contaminación acústica en los dos enclaves. Los niveles de contaminación obtenidos superan, según fuentes municipales, en 10 decibelios, más de de una vez a la semana y durante tres semanas consecutivas, los límites autorizados. Estos niveles de contaminación obligan, de acuerdo con la legislación del 0, a delimitar los planes zonales en la plaza Tetuán y plaza de la Muralla Medieval, lo que implica restricciones horarias.

La decisión de la magistrada de suspender cautelarmente la primera reducción de horarios -la de noviembre de 2016- se incluye en una resolución firmada el pasado 29 de marzo. La juez, según el escrito al que ha tenido acceso Levante de Castelló, estima el recurso presentado por una de las mercantiles afectadas por el decreto del concejal delegado del área de Derechos y Servicios del Consistorio. En ese decreto, de 29 de noviembre de 2016, se reducía el horario en una hora y el número de mesas y sillas en un 25 %.

La empresa alegó que la entrada en vigor del decreto mermaría su volumen de negocio y provocaría el despido de algún trabajador. Mientras, el ayuntamiento se oponía a la suspensión cautelar al primar el interés general de los vecinos (derecho a la intimidad y salud) sobre el de la actividad comercial del local.

Finalmente, la juez acordó la suspensión cautelar del decreto del ayuntamiento porque «la ejecución del acto impugnado le significará a la actora [la empresa] un evidente perjuicio económico».

Críticas de los propietarios

Por otro lado, la mayoría de los dueños de los locales de hostelería radicados en el entorno de la plaza Tetuán y de la Muralla Liberal se mostraron ayer e contra del anuncio de nuevos recortes para la actividad hostelera debido a la aprobación del plan acústico zonal. Los empresarios, entre ellos José Navarro, propietario del Mesón Navarro, en que esas medidas son discriminatorias en relación al resto de colegas de la ciudad. «Yo reconozco que los vecinos tienen sus derechos, pero nosotros también, porque igualmente pagamos por la ocupación de esos espacios públicos», explicó Navarro.

«No es justo que nos obliguen a cerrar a las 24 horas, cuando hasta las tres de la madrugada hay gente por la calle, Y, además, con otro agravio , como el hecho de que hay locales que cierran cuando les da la gana», añadió.

Mientras, los hosteleros ubicados en la plaza de la Muralla destacaron las pérdidas que ya les han ocasionado los primeros recortes. «Ya nos limitaron antes el espacio de la terrazas y, ahora, quieren quitarnos más. Por tanto, nos perjudicará todavía más», dijo Sandu Bobosila, dueño de una de las cafeterías. «En la actualidad, no creo que esta zona haya más ruidos y molestias que en otros puntos de la ciudad», añadió.

Andrés Cuza, dueño del bar Sabrosón, señaló que «desde la puesta en marcha de los nuevos horarios hemos notado una caída del negocio del 50%, que ya nos alcanza ni para cubrir los gastos de local». «He tenido que despedir a un trabajador»,concluyó.