Dos peritos de la entidad auditora DNV certificaron ayer, en su declaración ante el Juzgado Número 4 de Instrucción de Vinaròs, que la empresa Escal UGS atendió las recomendaciones del Observatorio del Ebro tras detectarse un episodio de microseísmos frente a la costa mediterránea en septiembre de 2013. En este sentido, los peritos acreditaron que la empresa descendió los niveles de inyección de gas a la plataforma Castor hasta «parámetros seguros y preestablecidos», según consta en la declaración.

El juzgado de Vinaròs retomó de esta manera las declaraciones de los testigos en el marco de la instrucción del denominado caso Castor, que analiza los episodios sucedidos en ese mes de septiembre de 2013 e investiga, a petición del Ministerio Fiscal, presuntas irregularidades en la tramitación del proyecto.

En su declaración, los peritos insistieron en que «la empresa Escal UGS se mostró como un operador conservador y precavido en la gestión del almacén subterráneo Castor» y acreditaron que la empresa implementó «máximas de seguridad y cumplimientos de normativa como premisa de trabajo».

El informe pericial expuesto ante el juez de instrucción describe los datos aportados por el caudalímetro gestionado por Enagás y asegura que Escal UGS «realizó todos los proyectos para garantizar la máxima seguridad del proyecto y de su entorno, llegando incluso a la mitad del caudal de inyección ante los eventos de microseísmos» y añade que lo hizo, a su juicio, «de forma diligente e inmediata». De la misma manera, concluye que se «respetó durante las tres fases de inyección los parámetros seguros de operación que habían sido preestablecidos». Cabe recordar que en 2007 la empresa firmó un convenio con el Observatorio del Ebro para vigilar la actividad sísmica y que esta entidad monitorizaba el entorno de la planta.

De la declaración de los peritos se desprende que las inyecciones de gas natural ejecutadas entre junio y septiembre de 2013 se efectuaron «conforme a un rango de seguridad que se diseñó para las operaciones». El depósito, de esta manera, se comportó a juicio de los declarantes dentro de los parámetros esenciales «tal y como se había modelizado y previsto por la empresa».

No obstante, el día 12 de septiembre de 2013 el Observatorio del Ebro puso de manifiesto que el sistema de monitorización establecido en el convenio de 2017 registró picos de microsismicidad y así lo comunicó a Escal UGS, quien adoptó la decisión operativa de disminuir el caudal a la mitad hasta el final de la inyección. Tras estos episodios cesó la entrada de gas a la plataforma.