La capital de la Plana Baixa fue el escenario durante la tarde-noche de ayer de uno de los actos más tristes y a la vez emotivos del ejercicio fallero: el final del ejercicio 2017 y la despedida de los falleros, las falleras y las máximas representantes de las pasadas fiestas josefinas.

Desde primeras horas de la tarde las charangas inundaron las calles con su música y las tracas no cesaron ya que, como es tradición, los miembros de las comisiones falleras acudieron una por una a las casas de sus falleras para recogerlas y bailar por la ciudad.

Posteriormente los casales fueron el lugar de reunión de las 19 comisiones, que celebraron sus «ultimas cena»´, acompañadas en la mayoría de los casos por los parlamentos de despedida y agradecimiento por el año vivido.

La Llar Fallera fue el lugar donde por última vez Elena Collado y Silvia Martínez saludaron como reinas falleras, y se dirigieron al público para agradecer la labor de los diferentes actores del mundo de la fiesta, y aquellos que han tenido cerda durante su reinado: indumentaristas, miembros de Junta Local, mantenedores, floristas€etc.

Respecto al año que se les presenta por delante ambas afirmaron que seguirán activas en la fiesta fallera. Silvia, después de reconocer que «repetiría sin duda, con la misma corte y la misma reina mayor, no me cansaría nunca", aseguró con ilusión que «volveré a la falla todos los sábados y disfrutando del año de mi hermana pequeña, que este año es fallera, y ya le tocaba». Por su parte, Elena también se mostró ilusionada por «volver a mi falla, intentando ayudar en todo y hacer mucha fiesta» y se mostró emocionada al desear que «esta fiesta que tanto nos ha regalado continúe siendo la mejor fiesta del mundo».

Con una fuerte ovación las reinas se despidieron, no sin antes desear a sus sucesoras Judit Pesudo y Ana Giménez un año feliz, lleno de alegrías y fiesta fallera.

Y es que a partir de la tarde de hoy, cuando se celebre el acto de proclamación en la Casa de la Cultura, serán ellas las que ocupen el cargo de máximas representantes de las fallas de Borriana, una vez reciban de manos de la alcaldesa, Maria Josep Safont, la insignia que las acredite como tal. Judit y Ana están nerviosas pero con ganas de que llegue el acto de esta tarde. Tras él se descubrirá, además, uno de los secretos mejor guardados de las reinas, como son sus trajes oficiales.