El cambio de las bases para ocupar la plaza de director de la banda municipal no tiene marcha atrás, por mucho que partidos políticos como PP y C's y sindicatos como UGT y CCOO opinen lo contrario. A la voluntad política de PSPV, Compromís y Castelló en Moviment de dar salida a un tema enquistado en el tiempo se unen ahora los informes jurídicos, que no dejan resquicio alguno al acreditar que el cambio de bases se ajusta a la legalidad.

Fuentes del equipo de gobierno han destacado que, con toda esta documentación en la mano, se confía en volver a llevar de nuevo este puesto de trabajo a una futura Mesa de Negociación, con fecha aún por determinar. Asumen, eso sí, la más que probable opción de que, especialmente el PP y los sindicatos CCOO y UGT puedan recurrirlas. «Están en su derecho de dar los pasos que consideren oportunos», señalan desde el gobierno local.

La postura de la actual corporación, aunque conocida desde hace meses, quedó ya reflejada sobre el papel en la Junta de Gobierno del pasado 20 de octubre, cuando se decidió anular las bases que había aprobado en mayo de 2015 el ayuntamiento bajo mandato del Partido Popular y activar el concurso oposición que las sustituirá. La meta, poder designar de forma oficial al director de la banda municipal, plaza ocupada en comisión de servicios por José Vicente Ramón Segarra desde la jubilación en 2012 del maestro Francisco Signes.

Fue ya el pasado 11 de abril cuando en la Mesa de Negociación PSPV, Compromís y Castelló en Moviment aprobaron activar un concurso oposición de libre acceso para el citado cargo, anulando por ello las bases anteriores. Las críticas de PP y Ciudadanos, unido a la postura negativa de los sindicatos UGT y CCOO, llevaron a que el tema se quedase durante todos estos meses en punto muerto. Ahora, con el aval de todos los informes sobre la legalidad de este nuevo procedimiento, no hay ya marcha atrás y la idea es publicar las bases en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), atender el periodo habitual de alegaciones, llevar la propuesta a la Mesa de Negociación e incluirla en la oferta de empleo público para el año que viene.

Problema enquistado

Desde las formaciones que integran el Pacte del Grau se ha defendido en todo momento el sistema de concurso oposición «porque ni veta ni excluye a nadie». La polémica situación, enquistada desde hace cinco años, se ha tornado en especialmente tensa desde el año 2015, lo que ha provocado que haya 'dos bandos en la banda', los afines al actual director en funciones, José Vicente Ramón Segarra, y los quieren un cambio.

La historia de este conflicto, que ha generado una gran división en el colectivo, nos lleva al 21 de mayo de 2015, tres días antes de las elecciones municipales, cuando el equipo de gobierno del Partido Popular aprobó, bajo la firma del entonces edil de Hacienda, Juan José Pérez Macián, unas bases específicas rectoras del proceso para la provisión de la plaza de funcionario de director de la banda de música. Todo estaba preparado para José Vicente Ramón Segarra, quien incluso en un medio de comunicación local llegó a reconocer que las bases eran un mero trámite para mantener la batuta de director.

Elecciones en 2015

Pero la sorpresa llego cuando las urnas, tras las elecciones municipales de mayo, llevaron finalmente al PP a la oposición y a PSPV y Compromís al frente del ayuntamiento con el apoyo de Castelló en Moviment. Desde ese momento las disputas internas en la banda municipal han sido constantes, con acusaciones de acoso entre los propios músicos.

El pasado mes de enero, por ejemplo, unos 30 integrantes de la banda presentaron un escrito en el ayuntamiento pidiendo explicaciones al bipartito por su intención de cambiar las bases que blindaban la plaza para Ramón Segarra. Entre los que firmaron la nota, muchos interinos con la plaza pendiente de un hilo.

Meses después, en abril, un tercio de los músicos presentaron otro escrito, en este caso contra el propio director de la banda, a quien acusaron de tratos «humillantes con algunos de los miembros de la formación musical. La situación ha sido tan complicada que el propio ayuntamiento ha tenido que analizar los hechos -y sigue haciéndolo- dentro de su comité de seguridad y salud. Y la conclusión fue recomendar -y así se ha hecho- la atención psicológica para aquellos miembros de la banda municipal que así lo requiriesen.