Los distritos de la periferia tiran del carro de la construcción en Castelló. La reactivación del sector, aunque lenta en relación a València y Alicante, es una constatación desde hace meses después de años de una profunda depresión económica.

La ejecución de urbanizaciones y la instalación de carteles en solares vacíos, anunciando inminentes promociones, vuelven a ser una realidad y recuperan su protagonismo en el tradicional paisaje de la ciudad. El mercado empieza a moverse, consecuencia de una demanda creciente, que permite a las constructoras , promotoras e inmobiliarias mirar el futuro con moderado optimismo.

Las expectativas marcadas antes del verano parece que se van cumpliendo, de manera que a finales de año habrá un mínimo de seis proyectos en marcha, como avanzó el vicepresidente de la Asociación de Empresarios de la Construcción (Apecc), Ramón Arenós, a Levante de Castelló el pasado 16 de julio.

La última promoción que ha iniciado su cuenta atrás se localiza en el Programa de Actuación Integrada (PAI) Gumbau. En concreto, en la calle Vicente Gimeno Michavila. Hace unos meses, el movimiento de tierras para limpiar la parcela ya vaticinaba el desarrollo de un proyecto inmobiliario. Y así se confirmó hace escasas semanas, cuando la constructora cambió el color del vallado, colocó varias banderas verticales de promoción, así como diversos carteles de pared, uno de ellos de gran tamaño, incluso visible a más de 50 metros de distancia.

Se trata del residencial Blasco Ibáñez, que comercializa Fincas La Plana. El edificio contempla 35 viviendas de tres y cuatro dormitorios con dos garajes y trastero. Además, se incluyen varios áticos con terraza, un área común con piscina y 1.800 metros cuadrados de zonas verdes.

En breve, el Ayuntamiento de Castelló, a través de la Junta de Gobierno Local, autorizará la licencia urbanística con vistas a que se proceda al inicio de las obras.

Este inmueble se suma a los que se encuentran en fase de construcción en la avenida Virgen del Lidón (PAI Lledó) y en la calle Río Nervión (PAI Sensal). El primer caso, muy avanzado -no en vano, la estructura está completamente levantada-, corresponde a una promoción de 48 pisos. El segundo consta de 36 viviendas de protección oficial (VPO).

Punto de inflexión

Estos proyectos inmobiliarios, junto con otros que verán la luz en la ciudad entre el último trimestre del presente año y el primero del próximo, confirman que 2017 marcará un punto de inflexión a propósito de la tendencia negativa iniciada en 2009.

Aquel año supuso el comienzo del verdadero declive para el sector en la provincia, a pesar de que 2007 y 2008 habían dibujado un panorama poco alentador.

Según datos de la Apecc, el mes de enero de 2009 registró un descenso del 93 % en el número de proyectos visados respecto al mismo periodo del año anterior. Así, de las 1.084 viviendas de 2008 se pasaron a tan sólo 66 (65 libres y 1 VPO). Ese desplome resultó mayor porcentualmente hablando (del 97 %) en comparación con las cifras contabilizadas en 2007.

La caída de la construcción conllevó masivos despidos en Castelló y numerosos cierres de empresas, algunas de ellas de gran tradición familiar y muy consolidadas hasta la irrupción de la crisis. Del mismo modo, muchos autónomos prácticamente tuvieron que bajar la persiana de sus negocios al quedarse sin clientes y, en consecuencia, ingresos con los que afrontar los pagos.