La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castelló ha absuelto al acusado de robo y asesinato de una mujer en una vivienda de Vila-real al considerar que no ha quedado probado que "tuviera participación en los hechos".

La sentencia considera también que de las pruebas practicadas en el acto del juicio tampoco puede afirmarse que las personas que asaltaron la vivienda se llevaran objeto alguno.

El juicio se celebró el pasado 30 de octubre en la Audiencia Provincial de Castellón y durante el mismo compareció un único acusado por el supuesto robo y agresión a una pareja de personas mayores en su domicilio en Vila-real, ocurrido en 2011.

El acusado aseguró que en la fecha en la que se produjo la agresión se encontraba en Rumanía y que tampoco conocía el lugar donde tuvieron lugar los hechos.

La acusación de la Fiscalía, que solicitaba 33 años de prisión al considerarle autor de los delitos de asesinato -la mujer falleció varios meses después de la agresión- y de intento de asesinato -el hombre resultó gravemente herido y padece secuelas severas-, se basaba en el testimonio de una vecina.

Además, el ministerio público acusó al procesado, ahora absuelto, de ser el autor del robo de joyas valoradas en 3647 euros.

La vecina, que compareció en el juicio, explicó que había reconocido al acusado fotográficamente tras los hechos y en una rueda de reconocimiento, pero en el acto del juicio afirmó no estar segura de que la persona que vio en la escalera minutos después de la agresión y el acusado presente en la sala fueran la misma.

En la sentencia se considera probado que el 18 de mayo de 2011 dos individuos no identificados accedieron a la vivienda del matrimonio en Vila-real y agredieron a la pareja para después abandonar el domicilio, uno a cara descubierta y otro con un pasamontañas ocultado el rostro.

Los dos ancianos sufrieron lesiones graves a consecuencia de la "brutal agresión" que recibieron de los asaltantes.

El hombre sufre como secuelas un deterioro cognitivo generalizado que le hace totalmente dependiente, mientras que la mujer sufrió secuelas de deterioro cognitivo y dependencia y falleció dos años después "debido a las patologías que presentaba como antecedentes previos a la agresión".

Sin embargo, la sentencia afirma que "no ha quedado probado que el procesado tuviera participación en estos hechos, ni tampoco que aquellos individuos se llevaran objeto alguno de la vivienda".

Según los magistrados, los hechos son constitutivos de delitos de asesinato en grado de tentativa y no aprecia, pese a que la mujer falleciera posteriormente, que "se pueda considerar que existe asesinato consumado" pues el fallecimiento fue provocado por las patologías previas que ya tenía la víctima.

Tampoco existe a juicio del tribunal "prueba alguna sobre el delito de robo con violencia" porque ni un sobrino que estuvo en la casa poco después de la agresión ni los agentes policiales "observaron que faltaran objetos de valor".

Sobre la identificación de los autores, la sentencia explica que la única prueba de cargo era la identificación realizada por la vecina y explica que el reconocimiento fotográfico de la testigo se hizo correctamente pero "el reconocimiento en rueda no se hizo hasta cinco años después de producirse los hechos delictivos", un tiempo "excesivamente prolongado para una identificación fiable".

Además, "la testigo no mostró plena seguridad ni en el reconocimiento en rueda ni en el juicio" por lo que "de dicha prueba no es posible deducir, con la debida certeza, la autoría del acusado".