La división interna en el seno de los socialistas que ha quedado al descubierto a raíz del proceso de primarias para renovar la dirección de la ejecutiva provincial del PSPV de Castelló amenaza con una crisis de mayor calado que inunde el ámbito institucional. José Benlloch, alcalde de Vila-real, portavoz del Grupo Socialista en la Diputación y candidato (provisionalmente derrotado) a la secretaría general, ha vinculado el futuro de su cargo en la Corporación Provincial, al desenlace final del proceso de las primarias.

"El partido está dividido al 50%, es evidente y, además, peligroso para nuestros objetivos de futuros. En estos momento no puede adelantar más. Dije que no entraría en la ejecutiva y lo mantengo", ha dicho al mediodía de hoy Benlloch . Y en cuanto al grado de integración de la futura ejecutiva provincial ha añadido: "Lo que han dicho los militantes es que no es mi momento en el ámbito provincial. Otra cosa es que se pudiera plantear un acuerdo muy amplio, casi de concentración, dada la crisis que tiene sobre la mesa el partido. Una nueva ejecutiva en la que esté el cien por cien del partido y en el espacio que los militantes han dicho en estas primarias. Todo se puede explorar. Si el nuevo equipo responde a una parte del partido, no tengo ninguna necesidad de estar aquí [en la Diputación de Castellón] y, además, no debo estar", ha apostillado.

El vencedor de las primarias del pasado domingo fue Ernest Blanch, jefe de gabinete de la conselleria de Vivienda. Blanch obtuvo una exigua mayoría absoluta, en concreto del 50,03% (es decir, un sufragio), que en principio le valía para ser designado secretario general del PSPV de la provincia de Castelló. Benlloch logró el 32,14% de los votos y el tercer candidato en liza, el exsenador Pep Lluís Grau, el 15,76% de los votos.

Benlloch y Grau presentaron el lunes una impugnación a la a la votación de los militantes en la agrupación local del PSPV de Bejís (9 votos, de los cuales seis fueron para Blanch, dos para Benlloch y 1 para Grau) por posibles irregularidades, derivadas de la custodia de la urna. Los dos candidatos cursaron la reclamación ante la comisión nacional de garantías electorales del PSPV. Este órgano tenía de plazo hasta las 20 horas de ayer para decidir. Si acepta la impugnación, Blanch perdería automáticamente la mayoría absoluta y ello haría necesario una segunda votación el próximo domingo, que también podría abortarse si uno de los dos candidatos (en este caso Bellonch) más votados decide retirarse.