Ocupan el último escalón entre los colectivos vulnerables de la sociedad. Son las personas, que por un cúmulo de adversidades, han llegado hasta perder su hogar y, por ende, obligados a desarrollar su vida en plena calle, extremo más llevadero cuando el clima reinante es benigno. Pero su existencia se torna casi imposible, cuando las condiciones meteorológicas se recrudecen, como ha sido el caso de esta semana con la llegada de la primera ola de frío.

En estas noches frías, que al menos se mantendrán hasta mañana, viernes, dormir al raso es una temeridad. Pero estas personas, afortunadamente, no están solas y pueden paliar sus penurias merced a las ayudas que le ofrecen la red pública de asistencia social, y otras entidades y Ongs de carácter solidario, entre ellas el Ayuntamiento de la ciudad, la Cruz Roja y el centro de acogida de Cáritas de la Diócesis de Segorbe-Castelló.

Todas estas entidades han activado desde el pasado miércoles sus respectivos protocolos para atender en sus necesidades más básicas a estos colectivos de personas, proporcionándoles un techo y ofreciéndoles comida caliente y mantas, a pie de calle o en sus instalaciones, como es el caso de la entidad Cáritas o la Cruz Roja.

El centro de acogida de Cáritas dependiente de la Diócesis de Segorbe-Castelló, activó a finales del pasado mes de noviembre su protocolo que prevé una acogida particular en los albergues para transeúntes cuando la temperatura baja de los 5 grados centígrados. Ante esa situación, el centro de acogida temporal municipal Mare de Déu del Lledó, gestionado por Cáritas, abrió sus puertas. Su director, Antonio Amurrió, hizo un llamamiento para que los ciudadanos llevarán mantas para atender incluso a los que no puedan dormir en las instalaciones del centro.

Desde que se activó el protocolo del frío, el centro ha acogido cada noche a una decena de personas. La capacidad total del centro es de 25 hombres y dos mujeres, que suman a los 39 residentes de más larga estancia que tienen un seguimiento por parte de los servicios sociales.

Además de las pernoctaciones, el centro de Cáritas ofrece cada día comida caliente a cerca de un centenar de comensales (a las 10 de la mañana, un almuerzo; y las 17.30, una merienda).

Y este plan de apoyo, se completa desde las Cáritas Parroquiales con ayudas a familias para que se puedan calentar, bien asumiendo el pagos de facturas de electricidad o comprando bombonas de butano. El pasado invierno, la entidad pagó 13.308,13 euros por ese concepto merced al Fondo Diocesano contra la Pobreza. Este remanente se creó a finales de 2008 para hacer frente a los afectados por la crisis que desbordaron las parroquias, «y aunque la coyuntura ha mejorado aún es necesario apoyar a numerosas personas» , precisa una nota oficial de Cáritas.

Por su parte, la Cruz Roja mantendrá hasta el próximo viernes su dispositivo de ayuda (reparto de mantas y de bebidas calientes) para atender a las personas sin hogar. El dispositivo de la entidad solidaria se desarrolla en coordinación con las administraciones públicas,

La iniciativa más destacada de la Cruz Roja en este ámbito ha sido el proyecto ´Café Solidario´, que comenzó en 2005 y que atiende a una media de 15 personas cada noche. Pero la institución no se limita a ofrecer mantas y bebidas calientes en sus salidas nocturnas sino que sus voluntarios animan a los sin techo a conocer su sede y su ofertas de servicios y todo ello con el objetivo de encauzar su rehabilitación social.