El Gobierno dio ayer el primer paso para triplicar los trenes de Castelló a Vinaròs -de 4 a 12- con la declaración de esta línea por parte del consejo de ministros de obligación de servicio público. Emprende este primer trámite tras 20 años de reivindicaciones de los municipios del norte de la provincia. No obstante, aún queda un recorrido para materializar esta medida, ya que por ahora no hay fecha sobre su puesta en marcha ni presupuesto consignado.

El consejo de ministros incluyó la línea entre Castelló y Vinaròs entre la relación de rutas ferroviarias de obligación de servicio público. Tienen esta consideración los itinerarios que no son rentables económicamente pero sí socialmente. Supone una financiación extraordinaria que permitirá prolongar el Cercanías desde Castelló al Baix Maestrat e incrementar la cifra de trayectos, que ahora se limita a cuatro diarios a través de regionales.

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, anunció el 30 de noviembre en el puerto de Castelló que en febrero se firmaría el nuevo convenio con Renfe y que los trenes que enlazarían la capital de la Plana con Vinaròs serían cercanías. Subrayó que esta mejora contemplará una inversión anual de 5 millones de euros y que tendrá una demanda de 750.000 usuarios al año, pero no aclaró plazos ni si harán falta obras de mejora en el citado tramo ferroviario. A primeros de año, el ministro descartó la prolongación del Cercanías al norte de la provincia argumentando su elevado coste económico, que cifró en 45 millones de euros. Entonces incluso condicionó esta posibilidad a una cofinanciación de la Generalitat.

El ministerio rectifica presionado por localidades, usuarios y partidos políticos de la oposición. En fines de semana pasado se han denunciado situaciones de hacinamiento en regionales de Vinaròs. Fomento asegura que financiará este proyecto sin pedir colaboración al Consell. Ahora falta que concrete fechas y presupuestos.

Desde el ministerio han recalcado a Levante de Castelló que esta promesa se mantendrá en el caso de que los presupuestos de este año se prorroguen en 2018, aunque la falta de una partida concreta genera duda sobre la materialización del anuncio.

Además, una vez se firme el contrato con Renfe, se tendrán que habilitar los nuevos convoyes y maquinistas, un proceso que podría prolongarse varios meses.

Otra cuestión es que los núcleos de Cercanías tienen un alcance máximo en general de 90 kilómetros. En el caso de València llegaría hasta Benicàssim, y se desconoce si la renovación que se estudia incrementaría esa distancia o Castelló tendría núcleo propio de Cercanías.

Asimismo, fuentes del sector ferroviario recuerdan que el trazado desde Castelló a Vinaròs se convertirá en ancho internacional a través de la instalación de un tercer raíl. Apuntan que los cercanías deberán adaptarse para circular por amplitud internacional. Las obras se prevé en 2018, un hecho que dificultará la circulación en esta vía.

PSPV y Compromís reclaman celeridad al ministerio para implementar las nuevas frecuencias de Vinaròs, pero las circunstancias comentadas abren un interrogante sobre la puesta en marcha de las mismas.

Larga historia de protestas

La demanda de Cercanías en el Baix Maestrat se arrastra desde finales de los años 90. En 2010, el entonces Ejecutivo socialista anunció la redacción de un proyecto de prolongación del Cercanías a Benicàssim y el estudio de la ampliación a Vinaròs, pero estas medidas se quedaron en el tintero por la crisis económica y la falta de financiación.

El presidente del PP de Castelló y portavoz en la comisión de Fomento, Miguel Barrachina, destacó que «una vez más el Gobierno de España cumple con la provincia» y resaltó que «el PP es sinónimo de soluciones, también para Castelló, mientras la izquierda es sinónimo de retroceso». El dirigente popular reclamó «altura de miras a PSOE y Compromís para que inviertan también en esta red ferroviaria como pasa en otras comunidades» e les instó a «dejar de poner palos en las ruedas y a arrimar el hombro».