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El padrón cae en 15 de los 19 pueblos de Castelló con menos de 100 habitantes

La despoblación también avanza en las localidades entre 100 y 500 habitantes del interior de la provincia en 2017

Panorámica de la localidad de Fuente de la Reina. levante-emv

El despoblamiento del interior de la provincia de Castelló ha mantenido su tendencia al alza en el año que acaba de terminar. La caída del padrón fue relevante en los pequeños núcleos urbanos con menos de 100 habitantes censados. No obstante, la despoblación también avanzó en las localidades entre 100 y 500 habitantes del interior de la provincia, que en global igualmente prosigue la línea ascendente del último lustro. De acuerdo a los datos recogidos en el Instituto Nacional de Estadística (INE), del total de 19 municipios por debajo del listón de 100 personas censadas, en 15 se han registrado caídas respecto a 2016, mientras solo en tres (Serratella, Torrechiva y Villores) se ha registrado una subida y en un tercero (Castell de Cabres) el)el padrón permanece inalterable.

La caída del padrón en estos históricos y pequeños enclaves urbanos desimanados a lo largo y ancho del interior del territorio de la provincia de Castellón oscila entre uno y diez habitantes en 2017 respecto a 2016.

Así, Argelita ha pasado de los 97 habitantes en 2016 a los 94 al cierre de este año; Espadilla, de 83 a 73; Fuente la Reina, de 46 a 43; Herbés, 49 a 48; Higueras, de 76 a 71; de Mate, de 87 a 86; Palanques, de 35 a 34; Pavías, de 69 a 63; Sacañet, de 67 a 62; Toga, de 98 a 89; Torralba del Pinar, de 66 a 57; Vallat, de 54 a 50; Vallibona, de 81 a 77; y Villamalur, de 68 a 62.

Sin embargo, el descenso demográfico no solo se ha cebado con estos pequeños pueblos, donde la Administración pública no encuentra antídoto contra el envejecimiento de la población, sino también en otros municipios del interior de la provincia, especialmente en las comarcas de l'Alt Millars, l'Alt Maestrat y Els Ports, donde se ha disparo en más de un punto. Localidades tan significativas como Montanejos (En el Palancia) ha pasado de 539 vecinos empadronados en 2016 a los 502 en 2017, o la propia capital de Els Ports, Morella, cuyo padrón ha pasado de 2.504 a 2.441.

La pérdida demográfica también es un fenómeno que afecta al global de la provincia de Castellón, cuyo censo viene retrocediendo en últimos cinco años, pasando de los 601.699 habitantes inscritos en 2013 a los 575.470 al cierre en 2017.

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