La Delegación del Gobierno para la Violencia de Género ha confirmado la muerte de la joven de Vila-real Andrea Carballo como un caso de violencia de género, una vez recibidos todos los informes realizados, entre ellos, el de Tráfico, que se llevó a cabo en el lugar del accidente mortal, según han informado a Europa Press fuentes de la Delegación del Gobierno.

Con la muerte de Andrea, son ocho las víctimas por violencia de género registradas en la Comunitat Valenciana durante el pasado 2017, más una menor de dos años supuestamente degollada por su padre en Alzira, según las mismas fuentes.

La joven, de 20 años, murió el 23 de diciembre en el choque del vehículo que conducía su expareja contra una gasolinera en la localidad castellonense de Benicàssim. La Policía Nacional investigaba desde el principio el accidente como un presunto caso de violencia de género ya que la chica había denunciado a su expareja, de 28 años, días antes de los hechos y él, que también murió en la colisión, tenía la prohibición de acercarse a ella a menos de 200 metros y de comunicarse por cualquier vía.

La localidad castellonense de Vila-real se llenó este domingo de personas vestidas de violeta para recordar a la víctima en una manifestación convocada por familiares y personas cercanas a Andrea, que llenaron la plaza para pedir "justicia" por la joven fallecida y mostrar su repulsa por la violencia machista.

Bajo una pancarta con la foto de Andrea y el lema '¡No a la violencia de género!, el acto de protesta recorrió varias calles del municipio hasta culminar en la plaza mayor, donde se leyó un manifiesto y se interpretó una canción instrumental a modo de homenaje. También se instaló una ofrenda de velas y recuerdos para la víctima.

El Ayuntamiento de Vila-real se sumó al acto para expresar su postura "unánime de condena y rechazo" a todo acto de violencia contra las mujeres.

El siniestro en el que murió Andrea se produjo a primera hora del sábado 23 de diciembre, al impactar el coche en el que viajaba la pareja contra una estación de servicio en la carretera N-340, a la altura de Benicàssim. El turismo se prendió fuego y fallecieron en el acto tanto los dos jóvenes como el perro que llevaban en el coche.

Según informaciones publicadas, el día de los hechos testigos vieron al exnovio agarrarla del pelo en la calle donde ella esperaba a una compañera para ir a trabajar y subirla en el coche mientras la joven pedía ayuda.