Cuenta la leyenda que Castelló es una de las ciudades más insulsas del país, con un urbanismo salpicado por desmanes arquitectónicos dignos de manual y con restos históricos y patrimoniales tan dispersos que más de uno se pregunta si de verdad existen. Para acabar con este sambenito de una vez nace el MUCC, el Museu de la Ciutat de Castelló.

Acompañada por la responsable del proyecto museológico, Ana Meseguer y el encargado de la imagen y diseño del MUCC, Alberto Arza, la concejala viajó al año 2015, el del cambio de gobierno político en el ayuntamiento, momento en el que «nos dimos cuenta de que la única sede de museo municipal de la ciudad, el Etnológico, no era siquiera eso ya que se limitaba a ser una colección museográfica» porque no cumple requisitos para ser museo, como tener un almacén para las piezas no expuestas, personal, sala de documentación o bibliografía. Por eso, «nos plantamos ante la necesidad de un Plan Museológico que aglutine no sólo las piezas artísticas que podemos tener, sino además todos los edificios que tenemos en la ciudad para poder explicar su historia», resalta la concejala.

Diagnóstico

Con este panorama, el primer paso que se dio fue evaluar todo el patrimonio municipal y, a partir de esta valoración, «saber qué es lo que tenemos, cuáles son nuestros bienes y su estado de conservación», comenta Ana Meseguer, quien destaca que la meta era «organizar todo este patrimonio donde cada uno de estos recursos nos explique un trocito de la historia de Castellón, creando una red de todo el patrimonio de este territorio bajo el paraguas del MUCC».

El corazón de este museo será el Museo de Etnología que funcionará como sede y será desde donde se gestionará todo el MUCC. Será aquí donde estará el servicio de administración, un centro de visitantes, salas de exposición permanente y temporal y una biblioteca, fototeca y videoteca. El almacén, donde se concentrarán las piezas no expuestas, servirá también para el área de restauración, será visitable y estará ubicado en el Palau de la Festa, que en un futuro podría acoger el demandando Museu de la Festa.

Esquema

Con esta primera propuesta de fondo, la idea es que todo lo que huela a cultura y patrimonio de la ciudad esté unificado bajo el paraguas del MUCC, con una imagen corporativa propia «amable» por todo el término municipal. El diseño, formado por cuatro barras, está inspirado en el antiguo plano de la ciudad y en el Penó de la Conquesta, según ha explicado Arza. Este, con una estética sencilla y discreta, intenta cuidar al máximo los detalles sin interferir ni alterar los diferentes elementos que componen el patrimonio para evitar cualquier tipo de contaminación visual.

El esquema del MUCC está compuesto por elementos que ya funcionan y otros proyectos que se están desarrollando, como el Castell Vell y el Refugio Antiaéreo de la plaza Tetuán, así como los Itinerarios Urbanos 'Muralla Medieval', 'Castelló Republicano', 'Ermitas de Castelló', y el de 'Castelló Modernista' que está previsto para el 2019. Además, para el 2018-2019 también formarían parte el Centro de Interpretación del Caminàs y la Villa Romana de Vinamargo. Dentro de este discurso unificado también se integran El Fadrí, el Parque Ribalta -que tendrá un centro de interpretación en la actual tenencia de alcaldía una vez se traslade al Maset Blau- y el Museo de la Mar, así como otros recursos patrimoniales como la Muralla Liberal, el Segon Molí o La Festa. Prácticamente todas las rutas contaran con audioguías que se podrán descargar en el teléfono y serán gratuitas.

La concejala recuerda que «el MUCC no es estático, sino que es una red que se va ampliando y lo que trata es de conservar todo lo que tiene nuestra ciudad, dándole sentido, una imagen ordenada, y la máxima difusión posible para dignificar no sólo nuestra historia, sino también nuestro patrimonio».