El agente de la Policía Local investigado por el incendio de Culla contaba con los permisos reglamentarios para proceder a la quema de restos agrícolas, según ha podido conocer Levante de Castelló.

El 29 de diciembre, día del incendio, la Agencia Estatal de Meteorología había decretado el nivel amarillo por viento en todo el interior castellonense, mientras que el litoral permanecía sin avisos. La zona del incendio en el término municipal de Culla se incluía dentro del nivel amarillo, que supone una declaración de «fenómenos meteorológicos habituales pero potencialmente peligrosos».

De la misma manera, la Generalitat había establecido un nivel alto de riesgo de incendios forestales para toda la provincia de Castelló. La escala de riesgo contempla tres niveles, bajo/medio, alto y extremo, aunque según apuntaron desde la Conselleria de Medio Ambiente solo el nivel extremo anula de facto los permisos concedidos para la quema controlada de quemas agrícolas a menos de 500 metros de una superficie forestal.

De hecho, a raiz de los incendios de este fin de año, el 6 de enero de 2018 la directora general de Prevención de Incendios Forestales, Delia Álvaro, emitió una resolución en la que se prohibían sine die la concesión de permisos para todo tipo de quemas hasta que cambien las condiciones del riesgo por incendios o hasta que se emita una nueva resolución contraria.