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Entrevista

Lucía Galán: "Si los pediatras no atendemos a las emociones de los niños y los padres en la consulta, mal vamos"

Galán asegura que «no es necesario salir corriendo a urgencias cada vez que nuestros hijos tiene fiebre»

La pediatra Lucía Galán, ayer, en Castelló. carme ripollés

Los padres y madres de Castelló pudieron asistir ayer a la conferencia taller ofrecida por la pediatra Lucía Galán (Oviedo, 1978), -autora del blog «Lucía Mi Pediatra» y de los libros «Lo Mejor de Nuestras Vidas» y «Eres una Madre Maravillosa»- ofrecida en el Hotel Jaume I. Bajo el título «Educar desde la tranquilidad», Galán abordó desde las visitas más comunes a la consulta hasta la gestión de las rabietas. El próximo 10 de abril publicará su tercer libro «El viaje de tu vida».

¿Cuáles son las consultas pediátricas más habituales?

Depende de la edad. Cuando son padres de niños pequeños, lactantes, les preocupa mucho que al bebé le pueda pasar algo malo, los ruidos que hacen con la respiración, qué tienen que hacer si tienen fiebre y que cojan peso. A medida que se van haciendo más mayores las dudas fundamentales son respecto a la alimentación: cómo introducir los diferentes alimentos, las reacciones alérgicas y si ganan peso. Y una vez empiezan la guardería o la escuela infantil los motivos suelen ser las infecciones, cómo detectarlas y qué hacer.

¿Es la fiebre la preocupación máxima de los padres?

La fiebre es uno de los motivos más frecuente de consulta, a los padres les asusta mucho y tenemos que insistir en que la fiebre es un mecanismo de defensa de nuestro organismo, que realmente no hay que tenerle miedo. Hay que tranquilizar a los padres y decirles que no es necesario salir corriendo a urgencias cada vez que nuestros hijos tiene fiebre, si no, nos vamos a pasar la vida en el hospital.

¿A qué temperatura hay que llevar a un niño al médico?

Más que temperatura lo que hay que decirles a los padres es que tienen que vigilar el estado general del niño. Si está activo, está contento, está juguetón, come, bebe y tiene buen color da igual que tenga 38º que 39.5º. La fiebre es un síntoma más, es una respuesta normal de nuestro organismo. Ningún niño va a tener una complicación por culpa de la fiebre. Las complicaciones graves vienen de la infección pero no de la fiebre. Si el niño tiene mal estado general, está muy postrado, tiene mal color, no quiere jugar, no quiere comer, entonces es el momento de llevarlo al pediatra, aunque tenga 38º o incluso 37.5º. El niño no es un número de temperatura, el niño es mucho más. La temperatura es un dato que a nosotros nos ayuda a diagnosticar la enfermedad, nada más.

¿Existe un abuso en las visitas al pediatra?

Se juntan varios factores, y uno de ellos es que hay mucho miedo, mucho más que antes. Hay miedo a las infecciones graves, a todas las cosas que se escuchan por los medios de comunicación, a que les pueda pasar algo y que no hayamos consultado a tiempo,... Yo creo que una de nuestras labores fundamentales como pediatras es tranquilizar a los padres y darles recursos para manejar las enfermedades más habituales con las que se van a enfrentar con sus hijos sin tener que salir corriendo a urgencias.

¿Qué calificación le daría a la asistencia pediátrica en España?

Tenemos un sistema excelente. Los niños están atendidos por médicos especialistas en pediatría, no como en otros países europeos donde son visitados por médicos de familia y solamente es valorado por un pediatra cuando requieren de valoración hospitalaria. Es verdad que el sistema sanitario está colapsado, hacen falta más pediatras, necesitamos más plazas, hay un porcentaje bastante elevado de puestos de pediatría que se que dan sin cubrir, pero aún así, nuestra asistencia sanitaria a los niños con respecto al resto de Europa es muy buena.

¿Considera que las guarderías y las escuelas infantiles favorecen las infecciones?

La Asociación Española de Pediatría recomienda no escolarizar a los niños antes de los dos años, porque los niños que van a la guardería antes de los dos años triplican el número de infecciones con respecto a los que no van. Yo siempre digo que las guarderías y las escuelas infantiles son una necesidad familiar. Cuando no tienes a nadie que pueda cuidar a tus hijos y te tienes que incorporar a trabajar, pues qué mejor que dejarlo en manos de profesionales. Pero, realmente, donde mejor se crían los niños y donde mejor van a estar es en casa, a cargo de su padre, de su madre o de los abuelos. No hay ninguna necesidad de escolarizarlos antes. Pueden ir perfectamente al colegio a partir de los tres años que ya tienen la necesidad de explorar mundo. Pero hasta los tres años, realmente, los niños no necesitan más que el vínculo afectivo con su familia.

En la conferencia aborda la gestión emocional. ¿Los pediatras también deberían atender este aspecto en las consultas?

Si no atendemos a las emociones de los niños y los padres en la consulta, mal vamos. La medicina es una de las profesiones que más humanidad requiere. No concibo mi profesión sin ir de la mano de las emociones. ¿Habrá algo más delicado que tratar con personas enfermas y al mismo tiempo dejar de lado la afectividad y la emoción? Es verdad que durante muchos años esta era la tendencia pero a mi me pone los pelos de punta. Yo cuando voy al médico no necesito que me atienda un robot, necesito que me atienda un ser humano que sea capaz de ponerse en mi lugar.

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