El Ayuntamiento de Castelló confirmó ayer que ya se ha procedido a la retirada de las estatuas del artista Juan Ripollés que llevaban seis años hacinadas en el antiguo cuartel de Tetuán XIV. De esta manera, el consistorio ha conseguido que el polifacético artista haya dejado libre unas dependencias ubicadas en suelo público, y cuya ocupación había provocado las quejas del funcionariado porque obstaculizaban las actividades.

Las esculturas, alrededor de una veintena, fueron almacenadas en las inmediaciones del parque infantil de educación vial de Tetuán XIV en septiembre de 2012 cuando el ayuntamiento, gobernado entonces por el alcalde del Partido Popular, Alfonso Bataller, cedió al artista de manera gratuita este espacio público a la espera de que las piezas encontraran un comprador.

Las esculturas forman parte de una colección privada de Ripollés y se dejaron expuestas en Tetuán para que fueran vistas por los niños pero lo cierto es que las obras terminaron siendo abandonadas y todas ellas presentaban roturas y signos de abandono.

El Ayuntamiento de Castelló, a través de la concejalía de Patrimonio, ordenó al artista que las retirara por estar en suelo público. Esta petición se realizó después de que con anterioridad el consistorio le trasladara un informe en el que se daba parte de las molestias que estaba ocasionando en la realización de las actividades por parte del funcionariado que trabaja en Tetuán, principalmente, la Policía Local.

En aquel momento, desde el consistorio se estableció un calendario para que Ripollés pudiera solventar el problema. No obstante, el artista no reaccionó y, transcurrido un año, el equipo de gobierno se vio obligado ha realizar un requerimiento formal. Ante esta situación, Ripollés pidió al ayuntamiento que le diera unos meses para poder buscar un nuevo emplazamiento a sus esculturas. Al parecer, el artista ya habría conseguido un lugar donde dejar sus obras y ha procedido a su retirada.

Exposición itinerante

Las esculturas proceden de una muestra itinerante que realizó hace tres años el artista castellonense en Palma de Mallorca, Valencia, Córdoba, Sevilla, Verona y Venecia (Italia) y Hertohembosch (Holanda). Cuando finalizó la exposición, bautizada como «Universo Urbano», fueron depositadas en un almacén del Consorcio Provincial de Bomberos y meses después se trasladaron al parque de tráfico, ubicado en el centro del patio interior el antiguo cuartel de Tetuán XIV.

Así, se firmó un acuerdo de depósito para que las esculturas permanecieran en el recinto hasta que Ripollés consiguiera sacarlas al mercado. No obstante, el artista no ha conseguido venderlas y presentaban un estado deplorable. Estaban hacinadas detrás de una valla metálica, rotas, descoloridas y en un evidente estado de abandono.