El certamen Cítric se ha convertido en uno de los principales reclamos de Torreblanca. En poco más de dos años de existencia, este evento dedicado al arte urbano ha llenado de vida diversos muros del casco urbano a través de las ocho intervenciones que se han realizado hasta el momento. Cítric ha llevado hasta Torreblanca artistas de primer orden nacional que, siguiendo el camino del Museo Inacabado de Arte Urbano (Miau) de Fanzara, han dado color a muchas paredes del municipio creando un museo de neomuralismo en plena calle.

Cítric está promovido por el Ayuntamiento de Torreblanca a través de la Concejalía de Cultura y cuenta con el patrocinio de la empresa local Infertosa y la colaboración de MIAU.

Desde su creación, el certamen de Torreblanca ha ido uniendo en cada intervención a dos artistas del panorama nacional para crear una obra de manera conjunta. Algunos de ellos se conocían de otros proyectos, otros se conocieron en Torreblanca.

Eso sí, ninguno de ellos había trabajado en pareja. Este es uno de los principales alicientes para los artistas, además de pasar unos días en el municipio y conocer el litoral y la gastronomía de Castelló.

Hace ahora poco más de dos años, los artistas Spok de Madrid y San de Cáceres fueron quienes inauguraron el certamen de arte urbano de Torreblanca con la transformación del trinquete municipal. Sobre un fondo blanco crearon una edificación en ruinas en negro junto a unas formas gaseosas en distintos colores. Los siguientes en participar en Cítric fueron el valenciano Xelon, coordinador del certamen junto a Hombre López, y el zaragozano Isaac Mahow. Ambos pintaron en la calle Santa Lucía un beso entre un robot y una mujer, uniendo la tecnología con lo humano.

Entre las calles Sitjar y Doctor Fleming, Pincho de Madrid y Laguna de Ciudad Real inmortalizaron la deconstrucción de un paso de gran tamaño. Sabek de Madrid y Sgr de Sevilla pintaron una gran y colorida serpiente en un edificio de la calle Alcalde París. Por su parte, Sebas Velasco de Burgos y Dulk de Valencia crearon entre las calles Zaragoza y Huesca un ambiente urbano en el que resalta un joven en medio de una ciudad, todo ello con toques fantásticos y surrealistas.

Uriginal y Kenor, ambos de Barcelona, pintaron la deconstrucción de una cara, con estilo hiperrealista, en la Travessía dels Llauradors.

El valenciano Deih y el murciano Emilio Cerezo compusieron una obra en cinco muros ubicados en la confluencia de las calles l'Aljub, la Torre y Manrique Lara en la cual figuras de corte futurista se entremezclan con objetos de la vida diaria.

La octava intervención de Cítric fue obra de los artistas Hombrelópez y Btoy, ambos residentes en Menorca, que se encargaron de pintar casi una decena de pequeñas obras en muros y puertas. La última intervención se realizó el pasado mes de diciembre en la calle Sant Antoni y fue obra del madrileño Rider.

El certamen Cítric de Torreblanca entró recientemente a formar parte de la red de centros de arte contemporáneo de la Agència Valenciana del Turisme, junto a otros eventos de la Plana Alta como FAVA 365 de Vilanova d'Alcolea, Sincronies de Benlloc, el Museo de Arte Contemporáneo Vicente Aguilera Cernía y la galería Tràfic d'Art de Vilafamés y el Museo Tomás Roures de Les Coves de Vinromà.