El Castellón lleva cuatro victorias consecutivas y sigue la estela de Atlético Levante y Orihuela, primero y segundo, que ayer también ganaron sus partidos. Los albinegros mostraron la cara más alegre desde que Sergi Escobar tomó las riendas del banquillo. Dominaron el juego y acumularon muchas llegadas, pero la falta de colmillo en el área dejó el partido abierto durante demasiado tiempo. Pese a todo, al final los tres puntos se quedaron en casa, y Escobar valoró especialmente haber encadenado cuatro victorias «en una categoría tan igualada» .

Ayer el 1-1 del minuto 65 obligó a tomar riesgos. «Estábamos haciendo un buen partido, tocando, llegando por bandas. Ha faltado definición, último pase, aunque estaría más preocupado si no se hubiera llegado», explicó Escobar. «El partido estaba muy controlado, el Paterna no atacó excepto al final de la primera parte con un par de tiros que sacó Zagalá muy bien. Es un partido que se podría haber cerrado antes, pero la grandeza del fútbol es así. Nos han pillado en una contra y ha tocado remar en la última parte».

En ese momento crítico, Escobar cerró con tres y dio bola a Jordi Pitarch, del filial, en la medular. Pitarch había debutado a domicilio fugazmente dos cursos atrás, pero ayer lo hizo en Castalia. «Creímos en nosotros», dijo Escobar, «y después del 2-1 supimos manejar el marcador. Estoy contento tanto por Jordi como por Colomer, que además crearon la acción del gol. El amateur tiene que completar la plantilla, porque me conocen y ya saben lo que quiero». Escobar despejó balones con el fichaje esperado de Cristian Herrera: «si viene, genial».