Reducción de la velocidad a 20 km/h, plataforma única con más protagonismo para peatones y sentidos concurrentes de circulación para evitar que el entorno de Maestría, con calles muy estrechas, sea una zona de paso para cruzar la ciudad y se convierta en un barrio con prioridad de circulación para residentes y servicios. Estas son las claves de la primera ´supermanzana´ con que cuenta Castelló y estas son las razones por las que el tráfico se ha reducido a prácticamente la mitad en calles como Lepanto, donde se ubica el colegio Ejército, o Jorge Juan, según señalaron ayer la alcaldesa, Amparo Marco, y el concejal de Movilidad, Rafa Simó, de visita ayer por el barrio para pulsar el cambio urbano que ha supuesto la reforma integral de Maestría, en concreto la zona delimitada por las calles Escalante, Ronda Mijares, Pelayo y República Argentina. El Ayuntamiento de Castelló ha invertido 1,5 millones de euros en una actuación que también ha contemplado la renovación de redes subterráneas de servicios, de aceras y asfaltado.

La primera edil ha destacado «la importancia de reducir el tráfico en un barrio caracterizado por la existencia de calles estrechas, con lo que se avanza hacia una ciudad más amigable y con mayor calidad de vida, donde se gana accesibilidad y se aumenta la seguridad vial al reducir la velocidad máxima a 20 kilómetros por hora». La alcaldesa ya ha avanzado que este tipo de actuaciones se extenderán a otras zonas de la ciudad.

Marco ha explicado que «se trata de un cambio profundo de hábitos en la circulación por lo que requiere tiempo para que se asiente». Así, defiende que esta reforma integral, que ha combinado actuaciones urbanísticas con otras de movilidad, «plasma la apuesta del Gobierno municipal por una mayor convivencia y seguridad vial, una movilidad más sostenible y la protección de determinados entornos, como la calle Lepanto en la que se sitúa el colegio Ejército».

Amparo Marco ha subrayado que esta calle, al igual que Jorge Juan, se utilizaban como atajos para cruzar la ciudad de Este a Oeste y viceversa y «ahora se ha convertido en viales de estar a través de sentidos concurrentes de circulación que han rebajado a la mitad el paso de vehículos lo que, junto a la reducción de la velocidad, han permitido calmar el tránsito en un punto sensible como es el entorno de centro escolar».

Sin bolardos

El concejal de Movilidad, Rafa Simó, también ha valorado la reducción del tráfico de paso, que se estima en una media de 2.000 vehículos menos al día, -antes pasaban unos 4.000- gracias a la puesta en marcha de la supermanzana de Maestría. «Esta doble transformación urbana y de movilidad ha logrado su principal objetivo de reducir el tráfico que soportaban estos viales, pero todavía requiere tiempo para asentarse ya que supone un cambio respecto al modelo viario que hasta ahora existía».

Simó también ha recordado otro elemento que se ha tenido en cuenta en la ejecución de esta reforma integral es garantizar el paso de vehículos de emergencias, por lo que las intersecciones se han dejado libres de bolardos en la esquinas o mobiliario urbano que dificulten el paso en caso de incendio u otro tipo de emergencia, bolardos que reclamaban los vecinos para evitar que los coches aparquen en las aceras.