Los jugadores del Villarreal salieron dolidos por la actuación arbitral. La lista de agravios del colegiado Munuera Montero era extensa: la falta que le pitó a Enes Unal y el consiguiente gol anulado, un penalti por empujón a Fornals, uno doble a Bacca en la acción clave del partido, y la falta provocada por Gerard ante Víctor Ruiz, que originó el 1-1. Todo eso reclamó el Villarreal, y más. También se vio perjudicado en lo fino: el diferente rasero en las faltas y en las tarjetas. Los de Javi Calleja, que también se sintió «perjudicado», recibieron siete amarillas. El central Álvaro González habló claro en la zona mixta: «El árbitro les ha metido en el partido. Otras veces hemos callado, pero llega un momento en el que tienes que decir algo».

Álvaro fue uno de los tarjeteados. «El árbitro ha sido el protagonista», indicó, «en un partido disputado pero limpio, nos vamos con siete tarjetas, además de la falta del gol. El equipo ha hecho un trabajo buenísimo durante más de 80 minutos y el árbitro les ha metido en el partido. Al final no han ganado de milagro».

También habló del colegiado el lateral Mario Gaspar. «Teníamos el partido controladísimo», apuntó antes de lamentar «la faltita» que Granero convirtió en el 1-1. «Me gustaría saber cuántas faltas nos han pitado», dijo Mario, ayer capitán amarillo. «Cualquier disputa, cualquier balón dividido... La amarilla a Javi Fuego... Encima luego le dices cualquier cosa y te saca tarjeta», añadió.

«Hicimos méritos para ganar», dijo Mario Gaspar, «salvo la última ocasión y el gol no han hecho más. Nos vamos jodidos porque se nos han escapado dos puntos». El lateral del Villarreal se refirió al «cansancio» que apareció «al final por el partido del jueves» pasado. El jueves que viene toca remontar contra el Olympique de Lyon: «iremos a tope, hay que echar el resto».