«El obispo es inspector de Religión y no se le puede impedir el acceso a las clases al máximo responsable de la asignatura». De esta manera se expresaba ayer el delegado diocesano de Enseñanza del Obispado de Segorbe-Castelló, Mauro Soliva, quien aseguró que, la visita al aula de los colegios que, al parecer, le negaron la entrada al obispo, se tramitó «de manera verbal». Tal como publicó Levante de Castelló, a la Conselleria de Educación no le consta que se haya realizado dicho trámite que, según dijeron, tiene que pasar por el Consell Escolar.

Soliva explica que el obispo de la Diócesis de Segorbe Castelló, Casimiro López, es «inspector» y que, como tal, «le corresponde ver que el currículo se imparte convenientemente», motivo por el cual realizaría las visitas a los colegios. El delegado diocesano de Enseñanza añade que los permisos se hacen de manera «verbal» y que «en el 90 por ciento de los casos no hemos tenido ningún problema». «Es una cuestión de respetar el derecho del obispo, de voluntad y de entendimiento», añadió en declaraciones a este diario. Asimismo, añadió que él mismo ha informado de los hechos a la dirección territorial de Educación «hablando, que es como se hacen las cosas».

Soliva apostilló que «hay que respectar la ley» y dijo no entender «esa voluntad de poner cortapisas para entrar en el centro, y que no se ponen a otros colectivos». Para concluir, el delegado diocesano de Enseñanza manifestó que él mismo se ha dirigido a la dirección territorial de Educación en Castelló para informar de los hechos.

La comunicación a la dirección territorial de Educación en Castelló del supuesto impedimento al obispo de poder visitar a los alumnos de Religión de dos colegios de Castelló parece haber tenido sus consecuencias y, según aseguró ayer el delegado diocesano de Enseñanza del Obispado de Segorbe-Castelló, Mauro Soliva, uno de los centros ya habría concertado otra fecha para que Casimiro López pudiera realizar dicha visita. La otra escuela estaría en trámite de resolverlo también.

El obispo informó de estos hechos el pasado lunes en una entrevista en la cadena Cope donde manifestó haber estado en dos colegios públicos de Castelló «y, otros, me han prohibido ir». «Es la dictadura del pensamiento único y laicista. Son los alumnos los que sufren porque no les puede visitar el obispo», añadió.

Monseñor Casimiro concluyó sus comentarios con el calificativo de «curioso» ya que los profesores o profesoras «ejercen la docencia en mi nombre».