«Castelló es així» fue el lema de la Galania que ayer rindió pleitesía a la reina de las fiestas, Carla Bernat i Pascual. Un emotivo y clásico espectáculo homenajeó a la historia y símbolos de la ciudad y sus fiestas como el Pregó, la Romeria de les Canyes, las gaiatas y la Ofrena a la Verge de Lledó. Lidón Barberá hizo de galantejadora de una cita que sorprendió con las representaciones de los actos tradicionales de la Magdalena.

El Palau de la Festa recreó un ambiente magdalenero, con cortinaje de terciopelo y un escudo de la ciudad realizado ex profeso, en una galanía que fue dirigida por el expregoner Santiago López, con montaje del grupo de teatro «El Taronger», la música de la Orquesta Lírica de Castelló, audivisuales de Aplison y textos de Vicente Cornelles, Jaume C. Vicent, Fernando Vilar, Manolo Romero y Santi López. Como presentadores ejercieron el presidente de Cocemfe, Carlos Laguna, y la actriz y docente, Sofía Royo.

«Castelló es cultura, arte, pintura, teatro, música y danza; es la herencia de nuestros poetas y escritores; es turismo y comercio; es tierra de gente acogedora y amable, de carácter generoso, hospitalario y social, 'Així es Castelló'... es fiesta, pólvora y luz, Castelló eres tú». Estas palabras finales del discurso de bienvenida dieron inicio a la Galania, que arrancó con el ascenso de las madrinas de los 19 sectores gaiateros, que fueron nombradas una a una por parte de los presentadores.

A continuación tuvo lugar un tributo a la historia de Castelló, en el que se evocó la figura del fundador Jaume I, con un narrador vestido de caballero, y se presentó un Pregó; primero se recreó la parte histórica, con el ballet Llum d'Orient, Moros de Peñíscola, colla l'Aljama, cavallers Templers y cavallers de la Conquesta con música de Xavier el Coixo; y luego, la orquesta con la música de la Marxa de la Ciutat anunció al Sequier Major. Manolo Amat, que fue el pregoner en 2011, recitó el texto de Bernat Artola junto a otras seis personas situadas en los palcos (Julio Hernández, Conso Jóvena, Toni López, Javier Roig, Noelia Agramunt y Joan Querol).

Al escenario subieron la Na Violant, Ana Goterris, y la damas de la ciudad, Patricia Lacasa, Natalia Palacio, Laia Tirado, Raquel de Vigo, María Torres y Beatriz Belenguer.

Completada la presencia de Na Violant, madrinas y damas, se rindió tributo a la tradición de Castelló, con la proyección de imágenes de la romería y la eclosión por todas las partes del Palau de la Festa de figurantes con cañas, algunos con blusa y pañuelo verde y otros con atuendos de labradores y de marineros, mientras una narradora vestida de labradora recitó unos versos que a la vez que grupos de danza bailaban una rondalla.

Así llegó uno de los momentos más esperados con la aparición de la reina de las fiestas. Lidón Barberá, exvicepresidenta de la Junta de Festes, dedicó unas palabras a Carla Bernat como galantejadora en las que ensalzó el papel de la mujer castellonera en el siglo XXI, que va más allá, subrayó de su devoción o saber estar. «Muchas veces se ha glosado la belleza de la reina, sus cualidades para el cargo honorífico, su saber estar y su castellonerismo. Humildemente, quiero cambiar este discurso con una modesta celebración por la alegría. La alegría de saber que tú, Carla, como las reinas que te han precedido, serás una mujer de tu tiempo, que has asumido con entusiasmo el encargo de representar a la sociedad castellonense durante un año de tu vida», manifestó Barberá.

Seguidamente, se desarrolló la escena enfocada a las gaiatas, bautizada como «Castelló es luz», con gaiatas de mano y presidentes de comisiones a los sones de los pasodobles Gaiata y Rotllo i Canya.

El espectáculo prosiguió con las ofrendas de diversos colectivos festeros de la ciudad y de municipios de la provincia y Comunitat, casas regionales e instituciones.

La entrada floral dio paso a la última parte del homenaje a la simbología festera, «Castelló es devoció», en la que se simuló una Ofrena a cargo de la Escola de Dansa.

Tras el salve a la Verge, madrinas y damas descendieron del escenario. La Galania encaraba su recta final, que contó con una última sorpresa dirigida a la regina de Magdalena. Surgió de nuevo la galantejadora y fue relatando anécdotas de la vida de la reina al tiempo que en cada historia una amiga de Carla entregaba un clavel. La floristería «Los Claveles», propiedad de los padres de la reina, fue agrupando cada flor en un ramo que la regina recibió de una amiga.

La Galania finalizó con la música de Rotllo i Canya y un sentido aplauso a Carla Bernat.