El pleno de la Vall d'Uixó rechazó ayer una moción presentada por Esquerra Unida, Compromís y Som la Vall que proponía un plazo de seis meses para sustituir la Cruz de los Caídos ubicada en la Plaza de la Paz del municipio y sobre la que diversos informes certifican su carácter franquista y la ausencia de valor histórico o cultural.

Este rechazo originó una crisis de gobierno retransmitida en directo entre el concejal de Esquerra Unida, David Lluch, y el concejal del PSPV, Javier Ferreres, en la que este último incluso llegó a mostrar mensajes privados del equipo de gobierno.

La polémica se suscita en cuanto a las formas de sustituir la citada cruz, dado que como confirmó el propio Ferreres en su última intervención, «vamos a quitarla y el señor Lluch lo sabe».

La discrepancia consistió, en este sentido, en el hecho de que la decisión sobre qué hacer con la cruz sea tomada por el pleno o por el equipo de gobierno. Como insistió el ex alcalde y concejal del Partido Popular, Óscar Clavell, «ese elemento arquitectónico no tiene nada que impida mantenerlo o retirarlo; es una acción de gobierno, no del pleno».

En su intervención, el concejal socialista hizo un dilatado circunloquio hasta llegar a manifestar que «la ley nos ampara y queremos recuperar la dignidad», a o que añadió que la intención es derribar y substituir la cruz por un monumento dedicado a la música dentro de un plan de reforma de la plaza del Centre.

A este respecto, matizó que «el equipo de gobierno devolverá la dignidad, pero dentro de la legalidad y en este equipo de gobierno, huyendo de circos y de titulares», además de manifestar su miedo a que califiquen el sentido del voto de su grupo como «deslealtad» y a que la alcaldesa tenga que responder ante los tribunales por una decisión que no esté amparada en la ley.

La alcaldesa, Tania Baños, emitió un comunicado en el que afirmaba que «inmersos como estamos desde todo el equipo de gobierno en este proceso de trabajo administrativo para garantir que la decisión está de acuerdo con la ley, el partido socialista se ha abstenido en la votación hasta que se complete y se disponga de todas las garantías legales».

Por su parte, Ciudadanos indicó que el cariz franquista ya fue retirado en 1979, mientras que Compromís reiteró que depende del equipo de gobierno y Podemos pidió valentía y que los concejales «votaran con el corazón».