La situación de desigualdad de la mujer empieza por la propia casa donde todavía asume la mayor parte de las tareas domésticas y el cuidado de mayores y niños. Bajo esta premisa, la socióloga de la Universidad Autónoma de Madrid, Cristina García, visitó ayer la Universitat Jaume I (UJI) de Castelló para abordar la corresponsabilidad, los usos del tiempo y la desigualdad, con motivo de los actos programados por el Día Internacional de la Mujer.

García señaló que «todavía existe una brecha de entre dos y cuatro horas diarias más en el tiempo que las mujeres dedican a las tareas domésticas o el cuidado de mayores o niños». En su opinión, «gran parte de la desigualdad entre hombres y mujeres nace de las diferencias existentes a la hora de distribuir el trabajo doméstico y la atención a la infancia, las personas mayores o los enfermos».

La directora de la Unidad de Igualdad de la Universidad Autónoma de Madrid apuntó que los usos del tiempo influyen directamente en la calidad de vida de las personas, «porque una mayor dedicación de la mujer a las tareas domésticas o de atención, le resta tiempo de ocio, de estudio, de trabajo remunerado o de descanso, y la coloca en una situación de pobreza respecto al tiempo».

Además, la diferencia en el tiempo dedicado al trabajo remunerado para atender cuestiones domésticas, «es la causa de situaciones de desigualdad a la hora de promocionar en el trabajo, optar a un nuevo puesto, percibir una prestación por desocupación o en la cantidad de la pensión de jubilación», señaló.

La socióloga apuntó que «hay estudios en los que se observa que hay un mayor apego del hombre al cuidado de las criaturas pero no se ve que eso revierta en un mayor compromiso en el ámbito doméstico, eso está discutido, y no está tan claro que una cosa lleve a la otra». También apuntó, en relación a que son las mujeres quienes más dejan su trabajo fuera de casa cuando son madres, que «no lo hacen tanto por la dedicación sino por las condiciones, las características y los salarios de ese empleo».

Por último, García también hizo referencia a los chistes machistas como uno de los micromachismos «que van influyendo y generando un ambiente en el que a las mujeres se las puede despreciar, y ese es el germen de otras desigualdades de mayor calado». La jornada finalizó en la Ágora universitaria con actividades participativas sobre la corresponsabilidad (responsabilidad compartida).